En relación a la decisión ¿Practicar un consumo responsable para Navidad y Reyes? esta es una opinión de Ángela María Díaz Pérez
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Ángela María Díaz Pérez
- Antropóloga (Género, Migraciones y Desarrollo) Mediadora.
Esta es mi opinión de experto
La presión social hacia el consumo compulsivo nos lleva a adquirir todo tipo de productos innecesarios, a gastar más de lo que podemos y a desvirtuar el sentido de estas celebraciones. Apoyar la economía local sin intermediarios es una buena alternativa de consumo responsable.
Hoy las personas nos encontramos inmersas en una sociedad en la que el consumo desmesurado es la alternativa para la consecución de una falsa felicidad, creada en buena medida por el bombardeo de imágenes y sonidos, que los medios de comunicación masivos usan como estrategia de sujeción social otorgando el poder al mercado.
En estos tiempos de celebración y crisis social, las fiestas navideñas pueden convertirse en una pesadilla para las familias ante esa presión mercantilista y su imposibilidad de satisfacer esos dictámenes capitalistas. Esta situación pondrá a millones de personas en la crítica disyuntiva de cómo obtener los recursos necesarios para regalar todo aquello tan in-"necesario" para que las fiestas sean todo un éxito.
Escapar de esta falacia está hoy más que nunca en nuestras manos, esta es una época perfecta para abandonar el consumo de grandes superficies y multinacionales y dar un impulso a la tan necesitada economía local y artesanal.
No es necesario adquirir miles de cosas para disfrutar en compañía de la familia y las amistades, verdadero espíritu de estas fiestas. Pero si decidimos comprar, tengamos en cuenta las alternativas locales, los pequeños comercios familiares, las tiendas artesanales, tanto de productos alimenticios como de otras manufacturas. Así lograremos que los recursos económicos se queden en nuestras ciudades, donde tanto se necesitan y no acaben en manos de unos pocos, cuyas ganancias evaden impuestos en los paraísos fiscales.
Igualmente, estos tiempos tan difíciles deben transformarse en motor para la imaginación y la creatividad y podemos realizar nuestros propios regalos. El reciclaje nos proporciona cientos de alternativas divertidas, en las cuales podemos involucrar incluso a los más pequeños, para enseñarles la importancia del trabajo en equipo y la conservación de nuestro medio ambiente.
En conclusión, no dejemos que los intereses de este capitalismo neoliberal descarnado, que nos pone diariamente en situaciones extremas y violentas, siga ganando fuerza, podemos darle la espalda a través de un consumo responsable y creativo, que a la larga dejará que el sentido de la Navidad, como tiempo de compartir con las personas que más queremos, recupere su verdadero valor.
