En relación a la decisión ¿Preguntar sobre el salario en mi primera entrevista? esta es una opinión de Enrique Brito

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Esta es mi opinión de experto

Hay un momento oportuno para plantear cada cuestión y es importante que seamos capaces de saber cuál es el momento de preguntar por el salario que vamos a percibir por el empleo al que optamos. Sin embargo, la importancia de la pregunta no apunta a que sea lo primero que debamos plantear.

Enrique Brito es experto en búsqueda de trabajo. Además, ha sabido extraer un importante aprendizaje de su experiencia vital. Su etapa de buscador de empleo se ha convertido en un curso del cual extraer conclusiones que luego han revertido en bien de su desarrollo profesional. La elaboración del currículum vitae y el cómo abordar las entrevistas laborales, así como las posibilidades que ofrece internet a la búsqueda de empleo, son algunos de los puntos fuertes de su reflexión.
 
Dentro del conjunto de apreciaciones que hace en el proceso de búsqueda de trabajo, hay un largo chequeo al que someter al currículum vitae. La última de las preguntas que plantea es algo que ha de tenerse en cuenta para el currículum, pero también para la fase siguiente de la selección: la entrevista. En esa pregunta queda evidente cuál es su opinión acerca de si hay que preguntar o no por el salario en una primera entrevista de trabajo. Tan evidente que no precisa mucho más comentario. Ahí va lo que opina Brito sobre el tema del salario en el contexto de la búsqueda de empleo: “¿Has obviado el tema salario, actual y deseado, reservando ese tema para el final del proceso de selección?” Es decir, Brito tiene claro que cuánto nos van a pagar por un trabajo no es un tema menor, al menos por lo general. Son pocas las ocasiones en que simplemente queremos trabajar en algo y nos da exactamente igual lo que nos vayan a pagar por ello. Incluso en el caso en que estemos apurados y vayamos a aceptar sea lo que sea lo que nos den a cambio, esa misma precariedad nos genera cierta ansiedad de saber la cifra y puede empujarnos a preguntar, aunque sea inoportuno. Sin embargo, Brito lo tiene claro, por muy deseado que sea obtener una respuesta a ese dato, el tema del salario no se tiene que plantear hasta la última entrevista.
Otra cosa, dice Brito, es que una vez llegado el momento, estemos en condiciones de negociar un salario más alto del que nos ofrecen. Debemos averiguar estudiando el mercado objetivo, cuáles son las referencias de lo que se paga realmente “y así saber lo que realmente vales para defenderlo en el momento que salga durante el proceso de selección”.

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