En relación a la decisión ¿Prestar dinero a mis hijos? esta es una opinión de David Martínez García

0 votos

Esta es mi opinión de experto

Ante una situación de apuro económico, difícilmente negaremos a un hijo prestarle dinero, aún sabiendo que quizás no lo pueda devolver. Incluso se puede considerar una inversión familiar. Aún así vale la pena establecer algunas condiciones.

Cuando un hijo pide dinero prestado, inicialmente la situación se lee en clave de amenaza, ya que por lo general, es difícil que ese dinero retorne a los padres y por consiguiente lo que se piensa es que más adelante ese dinero se necesitará y no se va a tener.
 
Esta situación, que no es más que un primer instinto de defensa y a la que difícilmente los padres se van a poder oponer, puede cambiarse de signo si se considera que ese dinero puede considerarse como una inversión familiar.
 
Cuando un hijo nos pide un préstamo, es una oportunidad que no se ha de utilizar para sacar aquellos aspectos negativos del hijo; sino que puede utilizarse para poner en común las amenazas y oportunidades que ambas partes están viviendo en ese momento.
 
Al padre le preocupan unas cosas, tanto personales como del futuro de su hijo. Y al hijo le preocupa principalmente su presente y su futuro. Muchas veces ambas partes no son conscientes de las necesidades del otro y de sus preocupaciones. Al mismo tiempo hablar de las oportunidades puede ayudar a visionar nuevos horizontes personales y aspectos de la persona que sin esa situación hubieran sido difícilmente puestos al descubierto. Prestar dinero y hablar del compromiso de devolverlo, entre padres e hijos facilita la maduración de las relaciones familiares.
 
Debemos saber si los hijos y los padres están preparados para pedir u otorgar un préstamo. Pedir un préstamo bajo la bandera de la incomunicación llevará al seguro fracaso de la transacción y de la relación. No es lo mismo unos padres que una entidad financiera y por consiguiente se debe saber decidir a quien queremos escoger para pedir un préstamo, ya que según sea unos u otros las claves de interrelación también serán distintas.
 
Igual que un banco, el padre tiene el derecho a decidir si el proyecto que se quiere emprender con su dinero tiene o no futuro. Sin embargo tiene un plus de confianza y de generosidad en el hijo que le permite ir más lejos. El hijo debe escuchar, realizar contrapropuestas y argumentarlas. Sólo así se puede construir una relación familiar madura. Construir con estos mimbres es más complejo pero garantiza una relación entre padres e hijos, más sólida y duradera.

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×