En relación a la decisión ¿Creer que la convivencia intercultural siempre es conflictiva? esta es una opinión de Teresa San Román Espinosa

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Esta es la opinión del experto

La experta relaciona el tema de la alterofobia (miedo o desprecio por el otro) con el análisis de los procesos de marginación y exclusión social: analiza si el desconocimiento de los que son diferentes a nosotros provoca su marginación social. Defiende que las culturas no pueden compararse.

Teresa San Román alerta sobre una confusión que se da hoy día en el contacto entre personas de diferentes culturas. Según la autora, una importante corriente antropológica afirma no sólo la existencia de la diversidad cultural y de que esta diversidad recorre toda la historia sino que, además, las culturas no son comparables entre sí. Esta última idea, que se denomina "la inconmensurabilidad de las culturas", se basa en la idea de que los valores éticos más importantes en cada cultura (como la dignidad, la consideración de la vida y la muerte, la espiritualidad o el respeto, por citar algunos) son entendidos de manera diferente y con diferentes matices en cada cultura.
 
Así, por ejemplo, un hindú y un cristiano no entienden lo mismo al hablar de "dignidad". De ahí se deduce que si comparamos las costumbres hindús que enlazan con el principio de dignidad y las cristinas desde el sentido de dignidad propio de una de las dos culturas (por ejemplo, el cristiano u occidental), estamos perdiendo de vista cómo el hindú vive y entiende su dignidad y, así, introducimos un sesgo en la comparación. Por lo tanto, desde este punto de vista, las culturas no se pueden comparar o, al menos, no se pueden comparar sin perder una amplia gama de matices en la interpretación o en la traducción de una cultura a otra.
 
Pues bien: San Román defiende que esta inconmensurabilidad o dificulad en comparar culturas se ha confundido con la incompatibilidad entre las culturas. La antropóloga señala el peligro: una cosa es que sea difícil comparar diferentes culturas y otra muy distinta es que no sean compatibles. La confusión entre una cosa y otra (entre la no comparación y la no compatibilidad) ha degenerado hoy día en una especie de discurso racista que cree que las culturas son irreconciliables y que alenta la segregación entre ellas, en lugar de la interculturalidad, entendida ésta como el escenario de convivencia entre culturas diferentes: si pueden convivir es que, aunque no sean comparables, son compatbiles.
 
Por otro lado, San Román advierte de que este racismo no es solamente occidental.

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