En relación a la decisión ¿Estimular el talento en las escuelas promoviendo nuevos referentes sociales? esta es una opinión de Jose Sánchez-Alarcos

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Esta es mi opinión de experto

Estamos viviendo una democracia mal entendida donde el "si ése ha llegado donde está ¿por qué yo no?" se ha convertido en un modelo. No hace falta llegar a Belén Esteban o similar. Basta con ver qué ha ocurrido con los políticos de cualquier signo durante los últimos años.

Cuando unimos el concepto de igualdad y el de meritocracia, surge un planteamiento sencillo:
Debemos facilitar a todos el acceso a la línea de salida pero la llegada se la tiene que ganar cada uno con su esfuerzo. Sencillo ¿verdad? Pues si esto lo tenemos claro, los referentes cambian y pasan a ser personas que han llegado lejos con su esfuerzo.
 
En el resumen ponía el ejemplo de la clase política. Cuando se empezó en España a tener una clase política elegida en las urnas, era frecuente encontrar entre los diputados de cualquier signo profesores universitarios, profesionales de prestigio y, en suma, gente que no necesitaba la política para vivir de ella sino que venía a ella con una vocación de servicio. Cosa distinta es en qué se transformase esa vocación a lo largo de años de oficio.
Hubo un deterioro paulatino que, en la época de Zapatero, pasó a ser una caída abrupta. No sólo introdujo en posiciones encumbradas a personajes que no habían hecho otra cosa en su vida que estar en la política sino que lo llevaban a gala por esa democracia mal entendida por la cual "cualquiera puede llegar a cualquier parte" a lo que tendríamos que añadir aunque no se diga expresamente "independientemente de sus méritos o conocimientos". Sin embargo, Zapatero no fue un mero flato de la historia sino que marcó tendencia como puede apreciarse en los que le han seguido, aunque sean de otro partido. El modelo de actuación de sus sucesores es idéntico.
 
Los nombramientos se transforman en una especie de lotería y, de esta forma, el referente social es aquél al que le ha tocado la lotería, tanto si es de la ONCE como la primitiva como un puesto en el Gobierno o una nómina de superlujo en la telebasura. Esos son los héroes del momento y mientras eso no cambie poco cabe esperar. Tendremos que coincidir con aquello de que el futuro ya no es lo que era.

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