Nuestras palabras influyen en la realidad, a veces aunque no nos demos cuenta. Una opinión negativa sobre una situación, de algún modo favorece que siga así.
La experiencia nos demuestra el efecto benéfico de usar con los demás unas palabras de aprecio sincero, de valoración por lo bueno que son y hacen. Esta decisión consiste en asumir un lenguaje positivo para facilitarnos el alcanzar algunas metas.
Cuando describimos una situación con nuestras propias palabras, de algún modo damos forma a esa situación ante nosotros mismos y ante los demás. Es como si nombrándola, contribuyéramos a terminar de crearla. Por eso las palabras son importantes: empiezan a formar parte de la realidad y la configuran. Muchos psicólogos trabajan con personas que tienen un lenguaje negativo constantemente, con lo cual terminan provocando que sus circunstancias sean más negativas y sea más fácil que fracasen y no consigan sus metas.
4 opiniones argumentadas
- Salvador Sánchez-Terán
- Presidente del G2020
- Agustin Cuenca
- Haciendo proyectos en Internet desde 1987
- Jorge Mata
- Serial Entrepreneur & Founder of MyAlert
- José Luis González Quirós
- Filósofo y analista político