Buscar la plenitud de nuestra vida enamorándonos perdidamente de alguien, parecería la manera más rápida e intensa de conquistar la felicidad. Este sería el caso si tomáramos en serio todas las historias de amor que la cultura popular es capaz de construir, una y otra vez, por medio de las novelas, canciones y románticas películas que han hecho historia.
A todo el que le han partido el corazón alguna vez, puede que empiece a ver con recelo la posibilidad de volverse a enamorar perdidamente de alguien. Una intensa pasión no es lo mismo que construir una relación sana y fructífera y, a veces, la vida nos enseña esta lección cuando ya es demasiado tarde para dar marcha atrás.