Quien no arriesga no gana, cierto es. Pero ser temerarios en las apuestas puede conllevar pérdidas irreparables. Si no se corren ciertos riesgos, difícilmente se le dará opción a progresar. Ahora, ¿cuál es el margen prudente aceptable cuando se pone en marcha un nuevo proyecto?
Opiniones argumentadas
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