Muchas sociedades se han edificado en torno a la figura masculina como referencia superior. Con la modernidad, la liberación femenina y la incorporación de la mujer a la educación, el voto y la vida laboral, esta estructura está cambiando. A veces el cambio ha generado fricciones entre los sexos, y a veces la duda por la superioridad de un género sobre el otro.
Con el avance de los logros femeninos en las sociedades occidentales, ha caído en desuso la visión tradicional según la cual el varón era superior y debía dirigir y mandar a unas mujeres que eran consideradas casi como menores de edad. Más aún: se ha empezado a señalar que el ser humano por excelencia, o el arquetipo de ser humano es la mujer, porque su constitución biológica y su funcionamiento cerebral son más complejos que los del varón. En todo caso el debate avanza con los conocimientos científicos, cada vez más profundos sobre el cuerpo y el cerebro humano, pero está lejos de resolverse. ¿Es un sexo superior al otro?
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