
En casi todos los países occidentales se han ido creando políticas para promover la igualdad entre mujeres y hombres que, en su mayoría, promueven a la mujer dado que, tradicionalmente, ha sido ignorada y desfavorecida, históricamente.
Sin embargo, se alzan voces que sugieren que no debería ser siempre así. Según esas opiniones críticas, en ocasiones esa desigualdad no afecta solo a las mujeres, sino que incumbe también a hombres u otra clase de colectivos por razón de su orientación sexual o raza, entre otros motivos.