Décadas de investigación han demostrado que el juego activo e imaginativo es más que diversión. Hace surgir un sano desarrollo en el amplio espectro de las áreas críticas; intelectual, social, emocional y física.
La creatividad es también un talento cada vez más en alza. Ayuda a encontrar soluciones distintas para un mismo problema y prepara bien a los niños para el mundo velozmente cambiante que les ha tocado vivir.
Aunque nacen con una capacidad innata para crear e imaginar, los sistemas educativos con frecuencia provocan un declive de esas capacidades al exponerlos a un entorno rígido y poco estimulante.
Esta decisión apunta a la importancia del juego y la creatividad en la vida de los niños. Exige de los adultos un enfoque educativo que ya no se ciñe a los elementos de la razón, sino que garantiza tiempos y espacios de juego y de inventiva en la vida de los niños. Algunos educadores piensan que puede ser una pérdida de tiempo, dado lo mucho que es necesario que los niños aprendan, pero otros señalan que lo único importante es enseñarles a buscar por sí mismos la información.
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El ritmo acelerado de vida de los padres y la necesidad de los educadores de cumplir con programas escolares puedan ser un motivo para que esta decisión no ocupe un lugar prioritario en la misión educativa.
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Si se decide garantizar el juego de los niños será necesario crear los espacios y recursos para que esta actividad se pueda realizar de forma adecuada. Podrá implicar una re-ordenación de los hábitos cotidianos.
7 opiniones argumentadas
- Jose Maria Gimenez Vazquez
- Economista de alta dirección y apasionado de la formación
- Anónimo
- En Dontknow desde Junio de 2012
