Las tarjetas de crédito permiten comprar sin necesidad de llevar dinero en metálico. Cada vez está más extendida esta forma de pago que substituye el dinero convencional por una tarjeta de plástico. Las diferencias entre ambas, crédito y débito, existen y es aconsejable conocerlas.
Antes de contratar una tarjeta de crédito y débito es importante saber qué necesidades tenemos y qué uso le vamos a dar. La de crédito tiene una comisión más alta que la de débito y no siempre el banco la oferta, dependerá del perfil financiero del solicitante. El banco nos dispone en la cuenta unos recursos inexistentes y podemos disponer de ellos y devolverlos sujetos a un plazo de tiempo y a unos intereses de liquidación acumulados. Para muchas personas, pagar con dinero de plástico es más cómodo y seguro que con dinero en efectivo. Si nos la roban y hacen un uso fraudulento, el banco dispone de seguros que cubren ciertos pagos y hasta ciertas cantidades. Algo más complicado si se trata de una substracción de dinero físico.
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Desconocer qué tarjeta es mejor para una necesidad y cual para otra.
Preferir pagar con dinero en efectivo para controlar más el gasto diario. -
La comodidad de no llevar dinero encima.
Evitar perder dinero en efectivo si sufrimos un atraco. -
Asesorarse en el banco sobre las condiciones.
Negociar las comisiones y los contratos vinculados a las tarjetas de crédito.