La política nos atañe a todos aunque no tomemos conciencia de ello. Se nota mucho en los países donde la sociedad civil está presente y se involucra en las decisiones que toman los políticos. Vivir pasivamente es una opción, pero la vida de los pueblos supone necesariamente organización y roles para la toma de decisiones en los asuntos públicos. Por eso la política es connatural a la vida social y es conveniente plantearse si es responsabilidad de todos dedicar una poco de tiempo a participar organizadamente en ella.
La política tiende a verse como algo ajeno. Sin embargo, en contextos de crisis, la gente sale a la calle a protestar o es más proclive a votar en las elecciones. ¿Hasta dónde puede llegar el activismo político? La mejora de la democracia requiere la participación e implicación de los ciudadanos. Su preocupación y ocupación por los asuntos públicos, sea desde la acción política o la acción social, es un buen indicador de la fortaleza democrática de una sociedad y de su progreso. A la militancia política se llega por un compromiso ideológico, personal o por la defensa de unos intereses, sean privados o colectivos. El objetivo de la acción política es incidir en las decisiones que afectan a la comunidad, sea desde el gobierno de las instituciones o desde la oposición. Una participación amplia en la política es un elemento clave para el buen funcionamiento de los partidos políticos y su regeneración de personas y de élites.
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La corrupción política o el sentimiento de que la política la controlan los partidos y los ciudadanos no pueden hacer nada nos frena a la hora de intentar participar o incidir en la política.
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La participación política despierta y desarrolla nuestro sentimiento de pertenencia a la comunidad y nos hace vivir la ciudadanía de una forma más auténtica. Es, además, una vía óptima para hacer llegar a otros nuestras reivindicaciones y poder incidir en las políticas públicas.
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El activismo político no se limita sólo a los grandes partidos políticos. Hay infinidad de asociaciones y entidades más o menos organizadas que canalizan la actividad política de los ciudadanos en aquellos temas que más les preocupan. Confundir política con partido político es una simplificación de la democracia.
3 opiniones argumentadas
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Ricardo Chueca Rodríguez - Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de L
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Agustín Domingo Moratalla
- Profesor Titular de Filosofía del Derecho, Moral y Política
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Joan Majó Cruzate
- Doctor Ingeniero Industrial
