A veces dedicamos tiempo a imaginar a las personas cercanas más a nuestro modo y medida, quitando lo que no nos gusta y añadiendo lo que desearíamos. A partir de ahí intentamos condicionar el comportamiento y características de los demás para mejorarlos según nuestro criteiro.
La cuestión es si ese cambio es posible y si además es deseable intentarlo.
Solemos tener ideas muy claras sobre cómo deberían de ser los demás, en qué deberían de mejorar y cambiar. Y lo que es más: con frecuencia intentamos modificar su conducta según eso que consideramos "mejor" para él o ella. Pero esas personas no siempre están de acuerdo con nuestro criterio, ni se dejan influir por los demás.
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