Hay diferentes maneras de luchar y expresar el propio disenso. Algunos prefieren realizar acciones de manera pacífica pero algunas personas prefieren causar impacto y manifestarse de manera más violenta.
Aunque esta violencia se pueda explicar por diversos factores sociales, la duda es si formar parte de estas manifestaciones y correr los riesgos que conllevan, esperando lograr los objetivos planteados.
Las manifestaciones callejeras, según sus dimensiones, son difíciles de controlar. Y todos sabemos que en grandes masas de gente, las reacciones individuales varían, nos comportamos de manera distinta que si estuviéramos solos. Cuando no hay una disciplina muy consensuada entre los manifestantes, una iniciativa ciudadana puede degenerar en violencia callejera y enormes molestias a la ciudadanía.
1 opinión argumentada
- Arcadi Oliveres
- Dr. en Economía y Presidente de Justicia y Paz