Los diferentes juegos y libros que leemos a los niños, contribuyen a que desarrollen diferentes habilidades y actitudes. Algunas historias con héroes individualistas y competitivos pueden contribuir a que ellos mismos, por imitación, lo sean. Puede parecer que una sociedad tan competitiva requiere que los pequeños vayan desarrollándose en esa línea. La duda es si este tipo de elementos educativos son realmente positivos para su futuro o se volverán en contra suya con el paso de los años.
El modelo educativo de cada sociedad suscita un tipo de persona y una escala de valores. La actual sociedad liberal globalizada suele priorizar aún hoy a las personas competitivas, deseosas de ser la mejor o el primero, más allá de posibles vínculos de colaboración. Existen juegos e historias en libro o película que animan este modelo a imitar. Y los educadores se preguntan qué efectos tendrá este tipo de educación para el futuro de las nuevas generaciones.
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