Una vez que has conocido una persona en la web es lógico querer conocerla en “carne y hueso”. A pesar de las ganas, la precaución nos plantea algunas dudas a la hora de dar el paso.
Conocer a nuevas personas en la web es cada vez más común hoy en día. Muchas personas tienen relaciones virtuales a través de Internet y llegan a tener cientos de amigos en Facebook o en otras redes sociales. En muchos casos, nunca han visto físicamente a estas personas que denominan “amigos”, pueden ser efectivamente cercanos, o bien, personas que han conocido en un foro abierto online. También puede pasar que uno se enamore en la web de alguien que no conoce físicamente, pero la atracción existe y las ganas de verle en persona hacen que tengamos muchas ganas de atrevernos a dar el paso y de juntarnos con ella. Sin embargo, antes de comunicar nuestros datos personales, conviene pensarlo bien y conocer algunas reglas para no arriesgarse a situaciones peligrosas.
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Miedo a que la persona no tenga buenas intenciones, temor a estar decepcionado cuando nos encontremos con la persona, aprensión a romper una relación virtual tan exitosa.
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Existen personas no tan bien intencionadas en la web que pueden ser hasta peligrosas. Una relación virtual puede perder de su valor una vez que las personas se conocen físicamente.
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