Hay quien empieza a no salir de casa salvo que sea imprescindible. Prefiere estar en su propio mundo, evitando en lo posible el contacto social y la convivencia con otros.
Ventajas: Se corren menos riesgos, se ahorra dinero, uno se mantiene resguardado dentro de su 'área de confort'.
Desventajas: El riesgo de encerrarse en uno mismo, empobrecerse como persona y perder oportunidades de crear nuevas amistades.
Sea por dificultades económicas, físicas, estar a disgusto con la situación del lugar en el que se vive o muchos otros miedos pueden ser razones por las que una persona prefiera no salir de casa. Salir poco de casa supone un distanciamiento del mundo social, lo cual comporta una cierta pérdida, pero hay personas que optan por escoger esta opción.