
A veces, la afiliación política se convierte en algo más que ideas, y forma parte de la identidad personal, de modo que uno apoya a su partido a la hora de votar, sin importar lo que ese partido haga en la realidad.
Esta circunstancia podría considerarse como una muestra de fidelidad al partido, aunque también, cabe la posibilidad de que se trate de una creencia más que de una convicción.
Opiniones argumentadas
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