En relación a la decisión ¿Aceptar una reducción de sueldo para mantener mi empleo? esta es una experiencia de de Juan Canut Guillén

Sí

• Juan Canut Guillén
• Empresa

Esta es mi opinión personal

La revista mejicana "Proyección Capital Humano" (http://comunidad.pchmexico.com.mx), ha publicado recientemente un estudio basado en el último "Workmonitor", informe trimestral que revela las expectativas, estados de ánimo y comportamientos de los trabajadores en 32 países, en el que se concluye, entre otras cosas, que el 57% de los profesionales españoles estarían dispuestos a sacrificar parte de su salario a fin de apoyar a sus empresas.

Según esta revista "la crisis económica ha causado revuelo en todo las partes del mundo, desde Europa hasta América Latina siendo una situación que atañe a la cuestión laboral, ya que si no hay empleos, no hay dinero, por lo que vienen las carencias provocando que las personas que estén empleadas valoren altamente su trabajo".

"Hoy en día, las empresas buscan alternativas temporales para mantener a todos sus empleados y no reportar bajas en tiempo de crisis, algunas de éstas son: alternar turnos entre empleados, por ejemplo, si dos repartidores van diario, se turnan días, y aunque baje su salario ninguno de los 2 pierde el empleo, de la misma manera, en algunas empresas los empleados aportan voluntariamente un pequeño porcentaje de su sueldo para contribuir a la estabilidad de la organización".

"Para muchos empleados la decisión de otorgar un porcentaje de su sueldo a la empresa, no es fácil, ya que muchas veces ese salario es el sustento de las familias, sin embargo es preferible dar dicha aportación a quedarse sin trabajo, de igual forma los empleados valoran la buena intención por parte de la compañía y deciden por convicción en brindar ese porcentaje para que la empresa se mantenga".

Explicadas de una forma tan coloquial, las novedosas teorías de la "proactividad", el "engagement" y demás cobran un mayor sentido para mi.

Y por otra parte, considerando la eficacia de otras opciones como la "rigidez negociadora" o la "indiferencia ante las circunstancias económicas por las que atraviese mi empresa", me inclino a aceptar una bajada negociada, razonable y circunstancial de mi salario antes del despido y el desempleo.