En relación a la decisión ¿Buscar apoyo psicológico para vivir mejor con SIDA? esta es una experiencia de de Juan Canut Guillén

Sí

• Juan Canut Guillén
• Humanidades

Esta es mi opinión personal

Las conclusiones del denominado “Proyecto de Investigación sobre la Efectividad de la Intervención con Adultos Seropositivos en la Prevención del VIH”, realizado por Susana Lloret (Doctora en Psicología) y destacados psicólogos del Comité Ciudadano Anti-SIDA, avalan la importancia del apoyo psicológico en los pacientes afectados por el virus del SIDA.
Este proyecto, a diferencia de la mayoría de estudios que dirigen sus atención a la población general o a grupos especialmente vulnerables, se centra en las políticas de actuación dirigidas a la población ya infectada por el virus e incide en la necesidad de que la persona portadora o diagnosticada de SIDA adopte unos comportamientos de prevención estrictos, tanto para no infectar a otras personas como para no re infectarse a sí mismo y señala las ventajas de un adecuado apoyo psicológico para incorporar dichos comportamientos a sus conductas.
Una atención integral al paciente VIH positivo requiere, además de la parte sanitaria y preventiva, tener en cuenta los aspectos psicológicos y sociales de esta enfermedad.
En concreto se señala la conveniencia de un apoyo psicológico dirigido al incremento de la conciencia corporal con el fin de ayudar a los pacientes a liberar tensiones psicológicas y estimular el afrontamiento de aquellos aspectos que tratan de negar, utilizando dos hipótesis:
1º.- Que la sustitución de estrategias de afrontamiento negativas por nuevas estrategias puede incrementar la aceptación positiva de la enfermedad y la implicación de las personas seropositivas en su propio cuidado.
2º.- Que este cambio incrementa el sexo seguro, y por lo tanto, la prevención.
La imprescindible aceptación positiva de la enfermedad, exige, entre otras cosas, de apoyo psicológico adecuado para disminuir la angustia y los problemas emocionales del paciente, aumentando su índice de adaptación positiva a la enfermedad.
Los pacientes que reciben apoyo psicológico mejoran su autonomía y sociabilidad y reducen de forma natural la práctica de conductas sexuales de riesgo para ellas o para terceros.