En relación a la decisión ¿Plantearme seriamente cómo soy? esta es una opinión de Alfredo Rubio de Castarlenas

Sí

• Alfredo Rubio de Castarlenas
• Médico, Teólogo, Filosofo, Sacerdote y Escritor

Esta es la opinión del experto

Hay que quedarse a solas y, además, en silencio. Y más aún: cerrar los ojos, tumbarse en el suelo…, de cualquier modo, y olvidarse de uno mismo. Uno deja de percibir donde está. Está solo, en silencio, a oscuras, y ya no nota qué es lo que lo sostiene.
 
A la gente que sube hasta aquí, llena de la marabunta del mundo, puede que le cueste llegar a esta paz, pero cuanto menos estás en la marabunta y más gozas del silencio, más rápidamente te sitúas en este estado. Entonces es cuando uno percibe, sencillamente, que existe; uno percibe su ser. es lo único que se percibe. No se oyen ruidos; nadie molesta; estás mirando adentro.
Pero, si en estos momentos decimos: “Yo soy”, ya hemos sacado la percepción, la hemos subido al intelecto y tratamos de traducirla en palabras y de dominar lo que siento.
“¡Déjese usted de palabras!, ¡déjese usted de pensar! Perciba que existe…y punto.”
Es entonces cuando se llega a la humildad óntica, porque uno olvida si es gobernador, o doctor, sabio o no, o si tiene preocupaciones…, todo queda fuera. Se percibe el ser…, ni siquiera palabras para expresar lo que siento.
¿Cómo puede uno hablar tanto del ser y hacer grandes metafísicas, si no lo percibe; si no se ha pasado horas en su vida percibiendo, sintiendo, oliendo, gustando el existir?
Y la gente está amargada, porque no se ha podido comprar aquella corbata italiana tan cara. Y están furiosos porque el timbre no funciona… Y es porque no han paladeado la inmensa felicidad del tesoro fundamental y grandioso de ser un Himalaya en medio de la nada.
Para atreverme a decir esas dos palabra –“Yo soy”-, tengo que haberlo experimentado en profundidad, tengo que haberlo degustado ampliamente.