En relación a la decisión ¿Estudiar lo que más me gusta aunque mis padres no estén de acuerdo? esta es una opinión de Anca Balaj

Sí

• Anca Balaj
• Educadora infantil y juvenil en riesgo de exclusión social

Esta es mi opinión de experto

Los padres ofrecen los consejos que consideran mejores para sus hijos, pero lo hacen desde su experiencia y preferencias, sin poner en la balanza otras cuestiones más subjetivas como son la personalidad, las afinidades y el disfrute. Es imprtante escucharles, pero la decisión tiene que tomarla cada individuo, puesto que esta decisión va a tener repercusión sobre el futuro.

La primera consecuencia, a corto plazo, va a ser la manera en la que superemos los cursos de la carrera. Una persona apasionada tiene muchas más posibilidades de éxito que alguien que estudia por obligación. Disfrutar de aquello que hacemos nos aporta un extra de energía y también de interés y curiosidad por ir más allá de lo estríctamente necesario para aprobar. Por lo tanto, si elegimos una carrera que no encaja con nuestros gustos, los años de carrera serán difíciles y sacrificados, obteniendo resultados mediocres, mientras que si elegimos correctamente, los resultados serán mucho mejores con menos sensación de esfuerzo.

A largo plazo, la carrera elegida será la que probablemente va a definir a qué dedicamos nuestro tiempo vital. El trabajo ocupa una gran parte de nuestra jornada, por lo que es muy importante, en cuanto a calidad de vida, elegir una profesión que sea estimulante Y nos haga felices.
 
Por otro lado, el mundo laboral es cada vez más competitivo, escasea el trabajo y abundan las personas preparadas. La única posibilidad de tener éxito es siendo mejor que una gran parte de competidores. Para esto hay que dedicar muchas horas a seguir formándose, incluso después de incorporarse al mundo laboral, de ahí que es muy importante elegir una profesión que nos apasione, que nos incite a seguir investigando y mejorando nuestras competencias.
 
Habitualmente los padres prefieren orientarnos en otra dirección creyendo que es lo mejor para nosotros, pero aunque decidamos escoger otro camino, al comprobar que éste nos hace felices, suelen acabar aceptándolo, porque a fin de cuentas lo que les interesa por encima de todas las cosas es nuestra felicidad. Una decisión de tanta importancia y cuyas consecuencias vamos a ser los únicos en asumir, no puede transferirse a otras personas. Lo mejor, para minimizar conflictos, es tomar tomar esta decisión tras reflexionarla bien y transmitirla a los padres con argumentos sólidos.