En relación a la decisión ¿Buscar en la red información fiable sobre los conflictos? esta es una opinión de Francesc Marc Álvaro

Sí

• Francesc Marc Álvaro
• Periodista, con varios premios locales y nacionales

Esta es la opinión del experto

Para Álvaro i Vidal, “hay que apelar a la responsabilidad de las empresas de comunicación y a la de los periodistas a la hora de acercarse al pasado. La prensa, la radio y la televisión nos ofrecen lecciones constantes sobre nuestra historia, tenemos el derecho a exigir que éstas sean lo menos distorsionadas, parciales y superficiales posible”. Por ello, afirma, “debemos exigir que no desfiguren los acontecimientos cuando los rememoran”.  
 
Pero no es una tarea fácil: “La labor es complicada puesto que el pasado se filtra en el presente que construyen los medios a través de la actualización de los acontecimientos más o menos remotos. Esta tendencia hace que la actualidad acoja una forma de historicidad que no es la de los libros especializados, ni la de las clases de los historiadores, ni la de las investigaciones eruditas.  Estamos ante una calidad diferente de lo histórico, que se manifiesta a través de los medios periodísticos, en el terreno efímero del presente mediato”.
 
Según el experto, “todo ello supone un desafío para los periodistas, llamados a desarmar la historia a través de su tarea cotidiana. Para los periodistas, la historia acostumbra a ser un material de documentación y contextualización imprescindible, aunque no siempre se consulta de manera adecuada y pertinente. A veces, las rutinas productivas y las carencias culturales generan errores y malentendidos, incluso distorsiones graves sobre una noticia que debe ser relacionada de manera correcta con un determinado episodio histórico. Lo que unifica más claramente la actividad de periodistas y de historiadores es la pregunta fundamental ante cualquier realidad: "¿Por qué?" El periodista, en medio de las urgencias que corresponden a su trabajo, se pregunta por las causas y consecuencias de los hechos que considera relevantes. El historiador, desde la calma de observar los fenómenos con más distancia y perspectiva temporal, también se hace las mismas preguntas.
 
Es esta necesidad de averiguar las causas de los acontecimientos lo que establece un vínculo entre los que escriben historias de actualidad y los que escriben libros de historia. Una noticia que no trate de averiguar el porqué de un acontecimiento es una noticia fallida, igual que una obra de un historiador que no aborde las causas de un acontecimiento importante del pasado”.
 
Matiza el experto que “debemos tener en cuenta la capacidad que ofrece el ciberperiodismo de almacenar datos en un espacio en constante crecimiento y abierto a la consulta permanente. Y como estos datos, mediante enlaces (en función narrativa o documental) satisfacen la curiosidad del navegante más ávido". Eso no ahorra, como puntualiza Josep Lluís Micó [1], el peligro de que los medios digitales contribuyan a una saturación del receptor, en determinados casos.
 
Las implicaciones políticas de esta aceleración temporal son de un interés primordial para la configuración de las sociedades democráticas. En situaciones extraordinarias de crisis, se puede dar un colapso del relato de los medios y una dislocación abrupta del tiempo mediático en relación al tiempo político.
 
Entonces, lo que denominamos periodismo en tiempo real acaba distorsionando las decisiones y las argumentaciones de los políticos hasta el punto de desfigurar cualquier proceso racional, y nos vierte a peligrosas ceremonias en las cuales las premisas de hecho quedan dinamitadas por el ruido informativo. Estudiamos este fenómeno a raíz de los atentados del terrorismo islamista que se perpetraron en Madrid el 11 de marzo del 2004.“

[1] MICÓ, J. Ll. Periodisme a la xarxa, Vic: Eumo, 2006, pp. 86-87.