En relación a la decisión ¿Intento cambiar el temperamento de mi hijo? esta es una opinión de Carmen Martínez González

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Esta es mi opinión de experto

El temperamento es innato, personal, se expresa en la manera de relacionarnos con los demás y con el mundo. Aceptar los rasgos más personales del hijo es aceptar su identidad ya desde pequeño.

Se nace así. Incluso hay madres que refieren diferencias intraútero: notan más o menos movimientos del feto, que luego se corresponden con rasgos del temperamento del hijo. El temperamento es lo que hace que un niño tienda, entre otras cosas, a ser tranquilo o activo, a tener respuestas impulsivas o reposadas. Es lo que hace que padres o pediatras veamos desde los primeros meses que hay niños más "fáciles" y niños más "difíciles" para comer, dormir, calmarse etc.
 
Es lo que influye posteriormente en desarrollar aficiones más intelectuales o más deportivas, por ejemplo. No hay temperamentos buenos o malos, ni evidentemente hay nada absolutamente inamovible, pero esas tendencias son poco modificables. El carácter sin embargo se adquiere y se forma en función de la educación, el contexto, la familia e indudablemente el temperamento de cada uno. Todos confundimos con frecuencia ambos términos. No importa. Lo relevante es que hay determinados aspectos de la personalidad que no se pueden cambiar fácilmente y otros sin embargo sí, al menos se pueden moldear. Aceptar los rasgos más innatos del hijo o del alumno es aceptar su identidad ya desde pequeño. Es un ejercicio constante de tolerancia y un entrenamiento para aceptación.

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