En relación a la decisión ¿Creer que la razón basta para explicar el universo? esta es una opinión de Xavier Cacho
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Xavier Cacho
- Historiador y Rector de la Ibero Puebla
Esta es la opinión del experto
Según el experto, la razón puede mucho, pero creer que tiene poder absoluto ha dado en la historia frutos terribles. Cuando uno no admite los límites de la razón se vuelve un tirano de los demás y de la naturaleza. Eso se ve en la historia y en las exageraciones de la visión ilustrada de la vida.
El siglo XVIII, o de las luces, fue el momento glorioso para la razón y su sueño de dominio absoluto. Por primera vez se creía que la erradicación de las sombras del corazón y la mente humanas era posible y estaba cerca. La felicidad de todos los hombres se llevaría a cabo, aun a costa de ellos mismos.
Sin embargo, la razón embriagada de poder no supo ver en sus propios abismos: pronto sus sueños se convirtieron en pesadillas. El racionalismo absoluto creó monstruos que aún hoy nos asolan: desde las monarquías absolutas hasta los totalitarismos del siglo XX (el despotismo ilustrado de los luises en Francia y la Alemania Nazi); desde la esclavitud, hasta la omnipresencia del mercado en la vida de los hombres.
Sin duda que la Ilustración legó una renovación filosófica y literaria importante, así como un deseo de dar relevancia a la ciencia y al desarrollo económico de los pueblos. Sin embargo, sus excesos detonaron toda una serie de vicios que no han sido erradicados aun. Las monarquías querían el poder absoluto: sobre los territorios, sobre la producción económica, sobre las conciencias... La disidencia y la opinión se convirtieron en un crimen, un atentado contra el estado y un germen que debía ser erradicado.
El Dios de las iglesias se veía resquebrajado. En su lugar subía un “Dios-razón”, un dios sin concesiones de ningún tipo, un dios que dejaba su poder terrenal sobre los reyes, quienes asimismo actuaban sin ninguna concesión. La espiritualidad se transformó entonces en un supuesto perfeccionamiento del hombre expresado en el progreso alcanzado por un Estado, por una clase económica o una raza en torno a las cuales el mundo debía alinearse. La religión entonces se convertiría en un mecanismo de control más de la monarquía.
(Cita de: El racionalismo absoluto creó monstruos que aún hoy nos asolan)
Si los motivos para rechazar el racionalismo son sus errores y excesos, hace mucho que deberíamos haber erradicado las religiones del mundo, en cuyo nombre se han cometido (y sigue siendo así) atrocidades iguales si no mayores.
Sin embargo, a la luz de la razón se han corregido algunos de esos excesos derivados del racionalismo, como lo demuestra que hoy nos parecen inconcebibles posturas que antaño eran habituales. No se puede decir lo mismo de las religiones que parten de una "revelación" divina que, por definición, no es posible actualizar.