En relación a la decisión ¿Emigrar para mejorar mi situación laboral? esta es una opinión de Caterine Galaz Valderrama

Imagen de Caterine Galaz Valderrama

Esta es mi opinión de experto

En cada época, los traslados de las personas han tenido diversos factores sociopolíticos, culturales y económicos. Actualmente parte de la población mundial ha tomado la decisión de partir para buscar un nuevo horizonte. Muchas de ellas para buscar una vida mejor o cambiar de espacios laborales.

Y de eso se trata el derecho al libre movimiento: la libertad para decidir dónde se quiere ir y dónde poder asentarse según lo que se considere como mejor para el desarrollo personal y social.
 
Sin embargo, actualmente este derecho es limitado de acuerdo al contexto que toca vivir desde el nacimiento. Si eres del norte tienes más posibilidades de ejercerlo sin mayores trabas, que quienes aspiren a una nueva calidad de vida desde el sur.
 
Escollos sociopolíticos que no consideran las relaciones históricas que pueden unir a los países emigrantes de los receptores, el colonialismo, las desigualdades sociales a escala mundial y la mala distribución de los recursos económicos y naturales, y la corresponsabilidad en que algunos sectores del planeta no posean las condiciones de bienestar, llevando a que muchas personas opten por buscar otras oportunidades, lejos de sus lugares de origen.
 
El derecho al trabajo y al libre movimiento de personas que está consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos muchas veces queda subordinado a los intereses de los países receptores. En su artículo 13, este acuerdo señala que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado, además de poder salir de cualquier país, incluso el propio y a regresar. Éste es un imperativo moral que muchos países han consagrado posteriormente en sus respectivas legislaciones, pero que a veces queda en letra muerta al superponerse a otros intereses que se consideran superiores.
 
Por ejemplo, la Unión Europea, paradójicamente asiste a la enunciación de un discurso en el paradójicamente al mismo tiempo que se postula la movilidad de capitales, bienes y personas (comunitarias), limita la movilidad de otras personas «no comunitarias» (principalmente vinculadas a países periféricos).
 
La libertad de movimiento, al ser un derecho fundamental, está ligada a la dignidad de cualquier persona independiente de su lugar de nacimiento. Cuando se limita esta posibilidad se afecta por tanto su dignidad o su consideración como «persona». El impedir la libre circulación de las personas con medidas explícitas, implícitas o disuasorias, puede llevar aparejado la violación de otros derechos humanos básicos como el derecho a buscar trabajo y tener uno de forma digna, a tener una familia unida, a la educación, a la salud, etc.
El libre movimiento no sólo es una libertad de personas inmigradas, refugiadas o desplazadas, sino de cualquier persona en el mundo.

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×