En relación a la decisión ¿Cazar animales? esta es una opinión de Javier Moreno

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  • Icono experto Javier Moreno
  • Co-fundador de la organización internacional Igualdad Animal
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Esta es la opinión del experto

Se estima que los cazadores realizan anualmente 250 millones de disparos… En el 85% del territorio español está permitido cazar. Existen 980.000 cazadores en España, mas 25.000 cazadores visitantes anualmente. La realidad, sin embargo, es que millones de animales mueren injusta e innecesariamente.

El experto Co-fundador de la organización internacional de defensa de los animales Igualdad Animal afirma en el siguiente alegato: “cazar no es otra cosa que asesinar y no respetar a los animales”.
Los argumentos utilizados por los cazadores y su entorno cinegético están empapados de mucha lírica, y poca ética razonada.
Cazar no es otra cosa que disparar a un animal con intención de asesinarlo. La palabra asesinar es definida en el Diccionario de la Lengua como: “ Matar a alguien con premeditación, alevosía, etc”. Ésa es la definición exacta de lo que realiza todo cazador. Sin embargo, en las retóricas palabras del cazador, es necesario asesinar a animales inocentes, ya que “si de verdad quieres integrarte en esa Naturaleza, la única manera de conseguirlo es cazando. Hasta cuando tiras de navaja y te llenas las manos de sangre para eviscerar y desollar una res, si se da el caso. Entonces vuelves al origen de la especie y eres un poco Cromagnon, un poco águila, un poco lince, un poco lobo” .
Los animales son aterrorizados y exterminados por los cazadores. Pero para los animales que caen, muertos o heridos, por las balas y perdigones de los 980.000 cazadores que hay en España, su vida es tan importante como para nosotros la nuestra.
El negocio de la caza se basa en obtener beneficios a costa del asesinato de animales. Toda la demagogia y la retórica utilizada comúnmente por los cazadores y quienes defienden la caza no puede ocultar este hecho. Los animales son asesinados impunemente por el mero hecho de obtener una satisfacción personal. Esto resulta moralmente injustificable. Aun así, el cazador dice “reverenciar la naturaleza”.
En la demagogia propia del cazador, se afirma que “la caza tiene para muchos cazadores un alto grado de sentimiento, de emoción y de valoración vital, esa llamada que les lleva a buscar el campo … la naturaleza, en el sentido amplio del término, como parte fundamental de su existencia” . Por mucho sentimiento y emoción que produzca a un cazador asesinar a tiros a un animal, el acto sigue siendo moralmente injustificable.
Lo más desasosegador de todo este vacío discurso lírico del cazador es el comprobar cómo intenta transmitirlo a la siguiente generación. Cómo, una vez que se autoproclama “ depredador”, intenta inculcar esta errónea concepción a su descendencia: “ si además llevamos compañía (un hijo, por ejemplo), estaremos deseando que llegue ese día (el de la caza) e iremos pensando cómo le enseñaremos a vencer a las piezas, esa ilusión de transmitirle el verdadero sentido de la caza, de hacer comprender a ese hijo nuestro (que aunque no lleve escopeta ya es un cazador) que la caza es un arte noble, en donde hay que respetar al animal que se caza, y hay que darle las suficientes ventajas de defensa, y cazarlo en su terreno, venciéndolo a base de pensar como él, hacer ejercicio y sudar la pieza, y darla una muerte noble, y que en caso de que ella nos toree nos habrá vencido y se merecerá sobrevivir para transmitir su genética a su descendencia” .
¿Cómo se va a poder “respetar” a quien se asesina injusta e innecesariamente?, ¿Qué “arte noble” es aquel que se basa en romper familias de animales, exterminar poblaciones y aterrorizar a seres con la capacidad de sufrir y disfrutar? ¿Quién se puede creer en su legítimo derecho de decidir qué animales “merecen sobrevivir” y cuáles no? Desde luego, no aquellos que arma en mano siembran el terror, el sufrimiento y la muerte a millones de animales en todo el mundo.
Tenemos la obligación moral de educar a las siguientes generaciones en el verdadero respeto hacia los animales. Se lo debemos a los animales. A todos ellos. Y esto pasa por aprender a ver a los demás animales como individuos cuyos intereses han de ser tenidos en cuenta, y que no deben ser discriminado por ser de una especie distinta a la nuestra. Un deber desatendido desde hace demasiado tiempo.
 
Por lo tanto, deberíamos respetar a los animales y elegir no asesinarlos. (1)

Comentarios
Imagen de Jorge Soberón
Martes, 09 de Abril de 2013 a las 5:45

La caceria legal y bien organizada, curiosamente es altamente favorable a la conservacion de especies y.ecosistemas. Ahora, hay quien por razones de moral personal, o filosofia, prefieren no cazar. Muy bien. Pero no todos comparten ese punto de vista y existen multiples beneficios ecologicos y economicos de cazar.

Martes, 30 de Abril de 2013 a las 13:35

Decir que "los humanos deben ser respetados porque son humanos" es no decir nada, es una ética hueca. Los humanos deben ser respetados porque, al tener capacidad para sufrir y disfrutar, tienen intereses: cada humano es alguien a quien podemos perjudicar o beneficiar, no es una mera cosa. Resulta que los animales no humanos también tienen intereses, tampoco son cosas. Discriminar a alguien por ser de otra especie es especismo, una discriminación arbitraria análoga al racismo, al sexismo y a otras discriminaciones. Ésta es la razón por la que la caza no supera el exámen de una ética racional.

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