En relación a la decisión ¿Confiar en las propiedades beneficiosas de la planta Gingko Biloba? esta es una opinión de Javier Salas

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Esta es mi opinión de experto

Según Javier Salas, fundador de la revista científica online “Materia”, el ginkgo es un árbol de museo, dado que se le considera un fósil viviente, único en su especie de forma literal, pero de ahí a que sane enfermos hay un trecho que los estudios científicos no le dejan recorrer.

En su artículo “Gingko Biloba”, la planta “milagrosa que no demuestra sus poderes, Javier Salas, periodista y fundador de la revista científica on line “Materia”, afirma que los resultados de tres estudios realizados por otros tantos equipos de expertos demuestran que "este peculiar árbol asiático se usa como medicina a pesar de no tener reconocida esta categoría."
Para empezar, D. Javier Salas cita un trabajo francés publicado en The Lancet cuyas evidencias científicas rebaten su uso contra el alzhéimer, después de que idéntica proporción de ancianos, unos tratados con gingko y otros con placebos, desarrollaran dicha enfermedad.
También la revista Neurology se hace eco de los nulos resultados del consumo de preparados derivados del gingko en los tratamientos médicos contra el deterioro mental.  El Sr. Salas, galardonado con el Premio Nacional del Periodismo al Desarrollo Sostenible 2013, afirma  además que “la revisión de toda la literatura científica publicada sobre la relación entre la planta japonesa y la memoria mostró que tampoco sirve en este sentido. Los comprimidos de ginkgo se venden para estudiantes en exámenes para que mejoren la retención de su temario, pero según el estudio las pastillas “no tienen ningún impacto a ninguna edad, y pueden ser una pérdida de tiempo y dinero”.
Un tercer estudio, dirigido por profesor Eckhard Leistner, investigador de la Universidad de Bonn alerta de que “estos medicamentos pueden ser peligrosos para las personas predispuestas para las convulsiones, como los epilépticos. Hasta el 1% de todas las personas sufre de ataques epilépticos al menos una vez en su vida”, transcribe en su artículo el Sr. Salas, “es especialmente peligrosa si se comen semillas crudas o tostadas, porque contienen ginkgotoxina, una sustancia tóxica que provoca convulsiones e incluso la muerte, según varios casos registrados en Asia”
Ante todo lo anterior, Javier Salas, reduce la importancia del árbol Gingko Biloba a la de “un árbol de museo, dado que se le considera un fósil viviente, única en su especie de forma literal: división Ginkgophyta, clase Ginkgopsida, orden Ginkgoales, familia Ginkgoaceae, género Ginkgo cuyas “virtudes solo tienen un aval firme: el de la pseudociencia.  

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