En relación a la decisión ¿Superar el miedo al cambio para ser más libre? esta es una opinión de Joan Corbella Roig

Imagen de Joan Corbella Roig
2 votos

Esta es la opinión del experto

La posibilidad de cambiar las cosas que hacemos nos abre el camino del ejercicio de nuestra libertad. Hay muchas personas que sienten temor ante los cambios. Instaladas en el dilema de hacer o no hacer algo se angustian tanto que se hacen incapaces de decidir. Y prefieren la seguridad a la libertad.

El experto medico y psiquiatra Joan Corbella en su articulo para la revista RE afirma: No hay nada que tenga que ser igual para siempre. Sin la capacidad de cambiar para adaptarse a las conveniencias y a la necesidad de cada momento, viene la rutina o se instala el desengaño.
Nada o casi nada, queda fuera del alcance de la libertad para ser sujeto a modificarlo. Los humanos nos podemos apegar a la esperanza en la medida que creemos en la posibilidad de cambio. Si todo tuviese que ser siempre como ahora, si no fuese posible cambiar nada, nos veríamos instalados en la desesperanza.
La posibilidad de cambiar las cosas que hacemos, las que vivimos, las situaciones en las que estamos, la manera de hacer frente a las distintas realidades, nos abre las puertas al ejercicio de la libertad y nos permite gobernar nuestra vida. Vivimos en estado de permanente adaptación.
Hay un tipo de cambio que nace de la reflexión, de la necesidad, del dilema de modificar el rumbo de una manera de vivir que no resulta placentera ni satisfactoria. Se trata sobre todo de no vivir con la sensación de estar atrapado por la necesidad de vivir atados a una situación.
Para algunos resulta liberador pensar que cambiar las cosas es imposible. Les parece más fácil renunciar a su condición humana que plantearse que son libres.
Quejarse de todo, sabiendo que no hay nada que se pueda modificar es una manera de vivir amargado, de renunciar a la esperanza de lograr cambiar aquello que hace que vivamos mal.
Como dijo Josep Sabater: “Todos los miedos del hombre se podrían reducir a uno de fundamental: el miedo al cambio. Es decir, el miedo de pasar de una situación o estado de cosas a otra. El miedo a morir es, más bien, miedo a dejar de vivir”
Sucede, ciertamente, que muchas personas sienten un gran temor ante los cambios. Son personas  a quienes da miedo todo aquello que es nuevo, que desconocen, y creen que no sabrán controlar. Les da miedo el cambio.
Hay personas a quienes a pesar de que racional y emocionalmente vean claro que les conviene hacer un cambio en su realidad o en sus proyectos, les cuesta aceptarlos y todavía más ejecutarlo. Atrapados por las costumbres, compromisos o prejuicios previos, seguir como están en una situación que conocen, a pesar que les resulte ingrata o agresora, les da una percepción de seguridad que les compensa de la necesidad de hacer una modificación en su vida. Instalados en el dilema de hacer o no hacer algo, pueden llegar a angustiarse tanto que siguen incapaces de decidir.
Hay dudas paralizantes que no dan opción a decidir. Cuando la decisión se vuelve inevitable, se percibe un intenso miedo a equivocarse. Sin embargo, la libertad turba, decidir cuesta e inevitablemente se sufre. Cuando se está en esta tesitura uno se da cuenta del malestar que supone no poder decidir. Vivir sin libertad, vivir teniendo que admitir que los otros deciden por ti o que uno mismo no es capaz de tomar las riendas de la propia vida.
La rueda de actividades se encadena tan vertiginosamente que uno no sabe si lo que hace es lo que quiere hacer o lo que tiene que hacer siguiendo el programa de una agenda programada. O bien detenerse a pensar que podría poner en cuestión algunas cosas que provocarían desazón, que perturbarían la aparente tranquilidad de estar haciendo aquello que “no se tiene mas remedio” que seguir haciendo.
No estar a gusto con la vida que se hace, sentirse desengañado del trabajo o de la afectividad, da motivos para la queja. Hay quien halla consuelo teniendo motivos para vivir acomodado en el lamento continuado, argumentando que no se puede hacer nada para modificar todo lo que haría falta. Son personas que suelen confortarse si amplían el ámbito de su queja y la generalizan.
Las únicas cosas que merecen ser para siempre son aquellas que cada día queremos activamente que sigan. Día a día se decide seguir, día a día se saborea la libertad. Quien renuncia a esta posibilidad se vuelve esclavo de decisiones anteriores. (1)

Información relacionada

Entidades u organizaciones

Páginas web

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×