En relación a la decisión ¿Sacrificar el nivel de ingresos por desarrollar mi vocación profesional? esta es una opinión de Jordi García Castellón

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Esta es la opinión del experto

Segín Jordí García Castillón, consultor y formador legal de empresas, "ser fiel a un proyecto empieza por ser fiel a uno mismo y para ello debemos actuar como mercenarios profesionales, mercenarios que prestan sus servicios al mejor postor, en este caso a uno mismo."

En el artículo 'Mercenarios sin miedo ni vergüenza de serlo',  Jordi García Castillon, consultor de empresas y colaborador habitual de la publicacion digital, "pymesyautonomos.com", dedicada al mundo de los emprendedores, de los autónomos y de las pymes en España, afirma que aunque "está muy bien y es muy bonito decir que nos dedicamos a nuestra empresa o profesión porque es nuestro sueño, porque nos apasiona o porque nos sentimos realizados ... también lo es que todos lo hacemos por dinero o por un bien propio, y sin que ello para nada tenga que ser negativo".
Sin restarle importancia al valor que tiene el poner ilusión, implicación y pasión en todo lo que hacemos, el Sr. Castillón, recuerda la importancia del "beneficio personal" que nos debe reportar cualquier proyecto o actividad profesional a la que dediquemos nuestros esffuerzos, porque sin algún beneficio económico "ninguno de nosotros se dedicaría a tal menester, ni el más bueno de los samaritanos".
Si el interés personal, y no necesariamente el económico, está presente invariablemente en la valoración que todos hacemos de cualquier proyecto, como no lo va a estar en la valoración de nuestros proyectos profesionales.  
Incluso en aquellos proyectos en los que no existe un beneficio económico "per se" - piénsese en una nuestra participación en cualquier programa de voluntariado - buscamos un "interés personal", que en estos casos obtenemos cuando un "bien propio" coincide además con un "bien común" reconocido por nuestro entorno.
Asi, para Jordi García Castellón, al optar por nuestra dedicación, "podremos tener muchas motivaciones y algunas podrán ser altruistas pero, sino saliesemos beneficiados haciéndolo no lo haríamos... ninguno de nosotros se arriesgaría o dedicaría a algo solo por amor al aire".  Para el Sr. Castillón "pensar eso es pura fantasía, pura ilusión". 
En este sentido, la experiencia que le confiere al Sr. Castillón su trayectoria como consultor de empresas le permite afirmar en su articulo que "me fío más del que viene y me dice “me gusta su proyecto y quiero formar parte de él porque me gusta y porque quiero sacar un beneficio de participar en él”, que no el que viene y me jura amor y fidelidad eterna porque cree en el proyecto ciegamente, ese el primero que luego me dará la estocada."
Y para rematar su argumento, refiriéndose a la lealtad o fidelidad como sustitutivo del "interes personal", Jordi García Castellon, recurre a la teoría del todo es negociable y afirma que "por muy bien situado por tu cuenta que estés o aunque estés como directivo en la mejor de las compañías, las propuestas siempre se escuchan, luego se decidirá si nos interesa o no, pero tampoco nos engañemos, en esta vida todo es negociable, menos (por lo general) la muerte y lo profesional no iba a ser una excepción, ¿pues usted por muy bien situado que este renunciaría a una propuesta interesante?, uno esta o va donde mejor le tratan y mejores condiciones le ofrecen, más sinceramente dicho, donde más le pagan.." 
 

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