En relación a la decisión ¿Racionalizar mis intuiciones? esta es una opinión de José Enebral Fernández

Imagen de José Enebral Fernández
0 votos

Esta es la opinión del experto

Para José Enebral Fernández, consultor de Management y RRHH, la intuición no constituye una alternativa a la razón, sino un complemento valioso que la razón –a veces poco receptiva- no debe desestimar. La intuición constituye un refuerzo al que no podemos renunciar en la economía del conocimiento.

En su artículo "La intuición, un complemento valioso para la razón", José Enebral Fernández, prestigioso consultor de Management y Recursos Humanos, afirma que “la intuición constituye un plus para nuestro conocimiento y nuestra inteligencia; un refuerzo al que no podemos renunciar en la economía del conocimiento”. Para José Enebral, el perfil competencial del empresario se ve ciertamente enriquecido por la intuición; “ésta nutre nuestra empatía, creatividad, perspicacia, prudencia, sagacidad, objetividad, perspectiva…”.
 
Para Enebral Fernández aunque la razón sigue teniendo una gran importancia en la vida de la empresa y nos seguiremos amparando en ella, lo cierto es que la intuición nos acompaña cada día en el trabajo, nos ayuda a advertir riesgos, a identificar oportunidades, a confiar o desconfiar, a percibir realidades ocultas, a comunicarnos, a reaccionar en ocasiones especiales, a encontrar soluciones innovadoras etc. Y no constituye una alternativa a la razón, sino “un complemento valioso que ésta –la razón, a veces poco receptiva- no debe desestimar: un complemento a cultivar”.

A lo largo de su artículo, el autor, también experto en formación, nos invita a confiar más en la intuición, de gran utilidad cuando la inteligencia consciente no resuelve, y que aparece de modo súbito o automático, como otra inteligencia “subyacente y más potente”  si tiene algo importante que decirnos. Esta “otra inteligencia” también nos acompaña en las relaciones interpersonales, en la toma de decisiones, en la solución de problemas o en la orientación de esfuerzos etc.  Son muchas las manifestaciones cotidianas de la intuición a las que no podemos ni debemos renunciar, por ejemplo, una solución repentina a lo que llevaba tiempo intentando solucionar, un sólido sentido de dirección, de camino por el que hacer avanzar su esfuerzo;  un sentimiento de confianza (o desconfianza)  hacia una persona, un asunto, un proyecto, una información…; una sensación visceral de advertencia sobre riesgos o peligros; una interesante abstracción o conexión, surgida súbitamente del estudio de una documentación; una reveladora y oportuna interpretación o inferencia durante una conversación… Para este experto en Management y RRHH, todas éstas, y algunas más son experiencias intuitivas que no debemos desestimar.  Además, la contribución del conocimiento intuitivo puede resultar decisiva en la emergente economía del conocimiento y la innovación.
 
Por otra parte,  José Enebral Fernández, señala que aunque nuestra razón asienta o consienta ante una manifestación intuitiva, es verdad que no siempre podemos explicar a otros, de modo racional, las actuaciones derivadas de nuestras intuiciones; pero esto “no justifica la semiclandestinidad  a que venimos condenando a esta singular facultad. Al contrario, el autor del artículo insiste en que ha llegado ya, en este panorama neosecular, el momento de abrir paso a la intuición y dejarle espacio en las organizaciones, tal como lo hicieron las emociones  al final del siglo XX, siempre teniendo en cuenta, que el auge de la intuición no debe ser en menoscabo de la razón, sino conciliada con ella, como un refuerzo y apoyo de la razón que hará nuestro trabajo mucho más efectivo.
 
  Para concluir José Enebral González señala que “lo importante es que identifiquemos lo que hay detrás de cada pensamiento y sentimiento intuitivo, para evaluar la solidez del saber que se nos ofrece y conciliarlo con la razón analítica y el conocimiento explícito ya atesorado”.

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×