En relación a la decisión ¿Cambiar a mi hijo de escuela si no es capaz de seguir el ritmo de aprendizaje? esta es una opinión de Jose Sánchez-Alarcos

Sí

• Jose Sánchez-Alarcos
• Analista político

Esta es mi opinión de experto

El problema me resulta conocido aunque por su extremo opuesto: Qué hacer con un niño superdotado. Si, cuando identificaron como tal a mi hijo hubiera existido un colegio donde se tratase de explotar al máximo su potencial, le habría cambiado con los ojos cerrados. Cuando, en lugar de eso, me ofrecieron que, permaneciendo en el mismo colegio, pudiera matricularse de dos asignaturas más al año y acabase como máximo dos años antes, la pregunta fue: ¿Queremos que permanezca en un colegio donde le van a poner el sello de "raro" y donde, por ello y por ir con niños mayores que él, va a ser carne de "bullying"? La respuesta, muy a nuestro pesar, fue que no y que lo dejasen en paz.
 
Por el otro extremo funciona la misma lógica: O se bajan los niveles para que los pueda alcanzar todo el mundo, es decir, lo de siempre, igualar por abajo o, si se mantienen los niveles, los niños que no los alcanzan -descartados posibles problemas médicos e intentado lo necesario con clases de refuerzo o ayuda de los padres- deberían estar escolarizados en otro centro.
Quizás no es necesario hablar en hipótesis de este tema. No olvidemos que la famosa integración escolar ideada por Álvaro Marchesi quien, por cierto, fue profesor mío y la defendía con la idea de que no debemos crear guetos, ha dado por resultado no sólo el retraso en el aprendizaje de los niños que tenían el nivel normal sino el acoso y el malestar de aquéllos a los que supuestamente se pretendía beneficiar mediante la "integración".
A estas alturas, tal vez hemos visto ya lo suficiente para no persistir una y otra vez en el mismo error.