En relación a la decisión ¿Creer que el islam y la democracia son incompatibles? esta es una opinión de Jose Sánchez-Alarcos
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No
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Jose Sánchez-Alarcos
- Analista político
Esta es mi opinión de experto
Toda religión, Islam y cristianismo incluidos, sería en principio incompatible con la democracia. Las barbaridades de los integristas así como las del Corán y los hadizes tienen un perfecto paralelo en la Biblia, especialmente el Antiguo Testamento y la Inquisición.
La compatibilidad con la democracia no es un atributo de ninguna religión sino de una separación que impida a las religiones y sus líderes tomar el poder e imponer a todos sus principios.
Vargas Llosa definía las religiones como «verdades privadas». Mientras permanezcan en ese ámbito, todas las religiones son compatibles con la democracia. Si salen de él, ninguna.
Te leo usualmente con gusto, Jose. Y es muy grato poder comentar este tema. Me parece que las democracias nacen justamente en contextos que combina valores de origen cristiano -libertad, igualdad, fraternidad-, orientadas por la frase de Jesús de Nazaret que da lugar a la separación entre esfera religiosa y civil -"dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios"-, más la aportación de la Ilustración y la recuperación del mundo grecorromano. O sea: sin el cristianismo probablemente no habría habido democracias.
Me parecen más enemigas de la democracia las ideologías totalitarias -nacional socialismo y marxismo radical- que han dado millones de muertos entre sus disidentes. Y no tan lejos como el tiempo de la Inquisición.
Entiendo que los imans hablan directamente con Mahoma y este habla directamente con Dios, esto sirve para adoctrinar al pueblo, con lo cual es imposible anteponer ninguna idea ni poder al deseo de Dios
1) Islam y democracia son incompatibles.
2) Porque la cultura mahometana no entiende el concepto de libertad personal. Porque no admite la separación de Iglesia y Estado, que sí está presente en la entraña misma del cristianismo ("Dad al César lo que es del César")
3) Porque no disponemos de ejemplos históricos de países musulmanes donde haya cuajado el Estado de derecho y el régimen democrático.
4) Pero dicho esto, un matiz a lo dicho por Sánchez Alarcos: las religiones no pueden quedar encerradas en el ámbito privado, porque entonces nos cargamos el derecho a vivir un credo y el derecho a la libertad de expresión. La religión no es una "verdad privada" como dice Vargas Llosa, Si la verdad es privada, ya no es verdad, sino una opinión. La religión puede y debe ser expresada en público, porque si no estamos pidiendo que vuelvan las catacumbas.
Gracias por tu comentario, Iñigo. Creo que el desacuerdo es más aparente que real ya que comencé por decir que sí eran compatibles siempre que se estableciera una separación explícita entre religión y Estado, principio que pareces compartir con el "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".
Completamente de acuerdo también en que las ideologías totalitarias pueden haber sido tan dañinas o más para la democracia que las religiones aunque habría que matizar la cuestión de fechas: Quizás las más conocidas ideologías totalitarias sean más modernas que la Inquisición pero totalitarismos de origen religioso como los de ISIS, las distintas ramas de Al-Qaeda o estados islámicos como Irán muestran cómo también la religión -una vez incumplida la condición básica de separación- puede ser excusa para enormes atrocidades.
Por último, que la civilización occidental no se pueda comprender si no se entiende el papel que representó Roma y el cristianismo...absolutamente de acuerdo pero el concepto de cristianismo es posterior al de democracia ya que el siglo de Pericles se dio unos 500 años antes del nacimiento de Cristo.
Un cordial saludo
José Sánchez; me parece muy frívola la afirmación de que toda religión es incompatible con la democracia. La historia europea de la revolución francesa y sobre todo del s. XX demuestra más bien que el laicismo /ateísmo es incompatible con la democracia.
La democracia actual sienta las bases políticas con las separación de poderes, y nace en el s. XVIII , pero no por casualidad nace en países cristianos, y con pensadores cristianos confesos, donde ha cuajado la idea cristiana de que todos los hombres son iguales, que fue rompedora en el Imperio Romano, y tardó varios siglos en reflejarse en la sociedad civil, nada que ver con la democracia ateniense, que tienes tan idealizada, porque convivía con miles de esclavos, donde era más bien una democracia reservada a los aristócratas.
El Corán no tiene ningún paralelismo con la Biblia, ni de lejos. Solo para poner un ejemplo básico de derechos humanos: en la Biblia se repugna la esclavitud, y esta era casi inexistente en el pueblo de Israel, pero en el Corán se consagra la esclavitud como un derecho de los conquistadores.
¿El Corán no tiene paralelismo con la Biblia? Perfecto; busquemos en Google "barbaridades de la Biblia" y nos dará perlas como ésta que, desde luego, no es única:
http://diegoflores-uigv.blogspot.com.es/2008/12/barbaridades-de-la-biblia.html
En cualquier caso, no es ése el tema central. La democracia es una cuestión de derechos y éstos corresponden al ámbito civil y no religioso. Son distintos -y así debe ser- y, del mismo modo, que, por ejemplo, en el ámbito civil es perfectamente exigible la igualdad entre sexos, no hay motivo alguno para cuestionar desde ese mismo ámbito que los sacerdotes católicos tengan que ser hombres (un bonito modelo de igualdad si lo interpretamos desde el ámbito civil).
Sin embargo, las religiones, como tales, son una especie de club en el que se está voluntariamente. El ámbito civil debe proteger también a sus miembros para impedir que reciban daño de la religión que corresponda pero, fuera de eso, sus reglas no tienen por qué reproducir -y, de hecho, no reproducen en absoluto- las reglas del juego democrático.
Absolutamente cierto lo de la esclavitud en la etapa griega. Por cierto, también era defendida en la "Utopía" de Tomás Moro, muy posterior a los griegos y cristiano. Que la civilización occidental actual tenga sus raíces en Roma y en el cristianismo no significa que, en el apartado de derechos y de evolución de la democracia, se haya quedado ahí...afortunadamente.