En relación a la decisión ¿Distinguir hechos de creencias? esta es una opinión de Jose Sánchez-Alarcos

Sí

• Jose Sánchez-Alarcos
• Analista político

Esta es mi opinión de experto

Una versión particular de la creencia, la religiosa, era definida por Vargas Llosa como "verdad privada". Esto significaría que el sujeto funcionaría como si la creencia fuera un hecho pero la definición de privada impediría que pudiera imponerse a los demás.
Cuando hablamos de hechos, podemos discutir por qué un hecho aparece en un momento determinado y no en otro -¿alguien podrá, por ejemplo, decirnos que no se sabía que un conocido político catalán robó varias décadas a manos llenas y, sin embargo, la noticia aparece ahora como si fuera una novedad? Podremos también discutir por qué se pone el foco en unos hechos y se decide ignorar otros. Por ejemplo, los partidos políticos siempre hablan de la corrupción ajena y prefieren no hablar sobre la propia...puede discutirse sobre todo ello pero el hecho en sí mismo es incontrovertible.
Con la creencia no ocurre lo mismo; la creencia puede sustentarse sobre selecciones de hechos, sobre mitos, sobre la palabra de alguien que se supone veraz, sobre valores personales o de un grupo o, con frecuencia, sobre una mezcla de todo ello.
Por todo ello, ni la creencia puede tratarse como un hecho ni puede afirmarse, como se hace con frecuencia, que "todas las creencias son respetables" puesto que, a diferencia del hecho, la creencia llama a la acción y creencias como, por ejemplo, la "superioridad de la raza aria", la "dictadura del proletariado", la "superioridad del hombre respecto a la mujer" o que "el asesinato de los infieles no es pecado" han traído demasiado sufrimiento y miseria humana como para ser consideradas "respetables".
Los hechos son sagrados, las opiniones son discutibles y las creencias son respetables en tanto no salgan del ámbito privado y dejan de serlo cuando la creencia o sus efectos tratan de ser impuestos a terceros.