En relación a la decisión ¿Formarme para cuidar a un familiar enfermo de Alzheimer? esta es una opinión de Juan Moises De la Serna

Sí

• Juan Moises De la Serna
• Neurocientífico

Esta es la opinión del experto

EL doctor en psicología Juan Moisés de La Serna, en su artículo ¿Por qué hay que cuidar al cuidador de Alzheimer?, afirma que la formación y el cuidado del cuidador de Alzheimer es fundamental para ofrecer una mayor calidad de vida al paciente y a sí mismo.

Para este profesor y terapeuta, “cuidar a una persona con alzheimer es una tarea que puede llegar a ser agotadora, y si a eso se le añade que el cuidador es un familiar, la carga emocional puede llegar a ser enorme”. “Si al agotamiento se le une la preocupación, va a llevar al cuidador a una situación de estrés continuado, que va a traer consigo problemas para conciliar el sueño, alteraciones en el peso, fatiga e irritabilidad entre otras, y que a medio y largo plazo va a facilitar la aparición de enfermedades psicosomáticas”. Según el autor del artículo, “una de las mayores dificultades con las que se encuentra el cuidador suele ser su propia falta de cuidado, con tendencia a desatenderse socialmente y hasta personalmente, por dedicar todas las horas a estar con el familiar que padece Alzheimer.” Además, a diferencia del cuidador profesional, que cuando acaba su jornada de trabajo, se va tranquilamente a casa, cuando se trata de un familiar no se da esa desconexión. A esto hay que añadir, que al cuidador no profesional le queda “el pesar constante de no saber si aquello que hace sirve para algo, ya que conoce que le Alzheimer es una enfermedad que va progresivamente deteriorando la salud física y mental del familiar.”

Este psicólogo e investigador sobre salud y emociones, explica como deben atenderse los trastornos de ansiedad o/y depresión que se sufren o pueden sufrir los cuidadores, u otras cuestiones emocionales. También se producen casos de “aislamiento social” con pérdida de amistades, que hay que tratar. Otra de las cosas, es “reeducar tanto al cuidador como a sus familiares sobre el sentimiento de culpa, ya que este puede generar grandes tensiones familiares y en definitiva va a impedir que el cuidador se separe del paciente con alzheimer, y esto dificulta el descanso, esa “vía de escape” que despeja y que resulta beneficiosa para el cuidador.”

Para el experto, “ejercicios de aire y sol, son lo mínimo que se recomienda a los cuidadores, además de caminar; es decir no hay que perder de vista la salud del cuidador, permitiendo que tenga sus momentos de esparcimiento, para practicar un hobby o salir con amigos.” Todo esto no va a tener un efecto negativo sobre el paciente, sino todo lo contrario, ya que “el cuidador se sentirá renovado en sus fuerzas y asumirá su labor con mayor entereza”.  

Para finalizar Juan Moisés de la Serna considera que “el incremento del número de casos de Alzheimer en los últimos años, ha dejado al descubierto una realidad a la que hasta ahora no se le prestaba demasiada atención: la situación de los cuidadores, y las consecuencias de esa atención continua y constante al paciente por parte de éstos”. A los cuidadores, que normalmente son un familiar próximo, van dirigidos los programas de “cuidar al cuidador de Alzheimer”.