En relación a la decisión ¿Tolerar los sueldos que cobran los futbolistas? esta es una opinión de Julio Pérez-Tomé Román
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Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación
Esta es mi opinión de experto
¿Por qué ponemos en duda esta cuestión con los futbolistas y no con otros deportistas y artistas del mundo del espectáculo? Es una cuestión de oferta y demanda del mercado: da igual que sea un cantante, un piloto de fórmula I o un pintor. Si el mercado lo paga, ¿cuál es el problema?
Entiendo el problema porque, de alguna manera, puede no comprenderse que unas personas sin estudios ni preparación intelectual necesariamente, ingresen cantidades desorbitadas por practicar un deporte. Bien, pero la cuestión nos podría llevar a una discriminación por falta de estudios. La clave es considerar si sus habilidades innatas o adquiridas valen lo que el mercado está dispuesto a ofrecer. Parece que la respuesta es sí.
Tal vez el fútbol no tenga una consideración tan artística o de riesgo como otros deportes o actividades y sea éste el motivo de la incomprensión. Sin embargo, la causa del ciclo económico demuestra que existe a nivel mundial un interés elevado en este deporte y, como consecuencia, contiene los ingredientes necesarios para convertir un deporte en un espectáculo de masas que a través de los medios de comunicación e Internet acapare una atención máxima. Comercialmente el fútbol –los futbolistas– se convierten en actores clave del intercambio de dinero como sucede en cualquier otro mercado.
Al globalizarse el consumo de este deporte,ya de por sí de aceptación mundial como se deduce del apodo "deporte rey" que ostenta desde hace décadas, la espiral de los precios crece de manera aparentemente exagerada. Los futbolistas no son realmente responsable de que esas cifras suba así. Quizá sí podamos analizar al resto de los protagonistas: medios de comunicación, responsables de los clubes de fútbol, intermediarios y representantes, patrocinadores, etc. Otra cuestión diferente –más ética que otra cosa– es lo que los futbolistas hacen con el dinero que reciben. En este caso sí serían responsables del uso correcto y las causas a las que pueden destinarlo precisamente porque disponen de cantidades muy por encima de sus necesidades básicas.
