En relación a la decisión ¿La meditación puede unir a las distintas religiones? esta es una opinión de Jutta Burggraf

Sí

• Jutta Burggraf
• Teóloga

Esta es la opinión del experto

Jutta Burggraf apunta que cuando los miembros de las diversas comunidades cristianas –y los seguidores de las demás religiones- siguen cada uno fielmente sus propias creencias, a pesar de que externamente parezca que tienen poco en común y que están muy alejados unos de otros, interiormente se parecen. Incluso se parecen más que cuando se juntan en unos acuerdos superficiales que dejan al lado la pregunta por la verdad.

Cuando cada uno sigue su propia fe, afirma esta teóloga, se encuentran unidos en lo más hondo de su ser. Tienen la misma actitud fundamental que es la fidelidad a las propias convicciones. Existe entre ellos una unidad invisible, pero real. Es tan real como el Espíritu de Cristo que actúa en ellos.

Así mismo nos recuerda el Vaticano II en la Lumen Gentium que «cada diálogo encierra una dimensión global, existencial. Abarca al sujeto humano totalmente... El diálogo no es sólo un intercambio de ideas. Siempre es de todos modos un “intercambio de dones”» ( nº13). Y añadirá que consiste en dar y recibir, en enseñar y aprender. La Iglesia, efectivamente, se hace cada vez más católica, más universal, a medida que incorpora todo lo verdadero y bueno que el Espíritu ha operado en las palabras y acciones de los no cristianos.

Para Burggraf el diálogo auténtico abarca toda la vida y lleva al testimonio común. Los cristianos pueden dar juntos un testimonio de la caridad de Cristo a todos los no cristianos. Los seguidores de las religiones pueden dar un testimonio conjunto de amor y justicia en el mundo secularizado.

Finalmente subraya que se pueden unir también para la oración. Así dan un ejemplo importante de que la persona humana no se agota en la vida terrena: tiende hacia la trascendencia, es capaz de «tocar» al absoluto. Los cristianos rezan juntos por su unión, pero además desde hace algún tiempo también se realizan encuentros con los seguidores de las otras religiones para rezar por la paz entre los pueblos. En sentido estricto no «rezan juntos», porque nadie puede entrar en las oraciones de los adeptos de otra religión; «pero están juntos para rezar», cada uno según la propia tradición religiosa.

Fuente: Burggraf, Jutta. «¿Hacia un “ecumenismo de las religiones”?». Diálogo Ecuménico. 35:112 (2000), p. 283-301.