En relación a la decisión ¿Ser fiel a mi pareja? esta es una opinión de Leticia Soberón

Sí

• Leticia Soberón
• Psicóloga

Esta es mi opinión de experto

La relación de pareja es una constante en la historia humana, pero se expresa de maneras totalmente distintas según las épocas y las culturas. Dos personas que se eligen mutuamente para amarse íntimamente de manera estable (aunque la duración sea muy variable), constituyen lo que llamamos "pareja". Y esa relación es de esas pocas cosas que pueden marcar la diferencia entre tener una vida feliz y una vida triste y desgraciada.
 
La mayoría de las personas esperan de su pareja una correspondencia sincera al amor que dan, y una neta diferencia entre él o ella y todo el resto de las personas queridas. Sería interesante estudiar cómo varía este anhelo en las culturas donde la poligamia es una práctica habitual; hasta en los harenes lo frecuente es que las mujeres pugnen entre sí por ser "la preferida".
 
En el contexto general de las culturas donde predomina la monogamia, la exclusividad en el amor es parte esencial de lo que se considera fidelidad. Cuando uno de los miembros de la pareja excursiona hacia otras relaciones, ello suele ser motivo de conflicto y hasta de ruptura. La infidelidad tiene aquí el componente de mentira y engaño, lo cual se suele vivir como una traición. Aunque obviamente hay excepciones, nientras dura la relación de pareja la mayoría de las personas espera que no se tengan otras relaciones similares, ni a escondidas ni abiertamente; no sólo por motivos afectivos, emocionales y de coherencia personal, sino también por motivos de salud.
 
Pero es importante tener un marco de comprensión de la fidelidad también en otras de sus dimensiones. Ser fieles a quienes amamos, más aún si se trata de la pareja, se puede expresar en algunos puntos clave:

• La lealtad, esa forma de transparencia y respeto a la palabra dada que hace más consistente la relación
• Madurez para comprender y respetar el momento que el otro vive
• Capacidad de escucha sin invadir su intimidad
• Conservación de la personalidad y autonomía propias y del otro
• Respeto de sus decisiones libres
• Presencia generosa cuando la persona lo requiere, tanto en los momentos fáciles y alegres como en los difíciles o de crisis. Ese "estar presentes" para el otro es una forma muy elocuente de fidelidad 
• No traicionar la confianza de la persona a quien conocemos íntimamente: conservar sus confidencias en el ámbito de lo privado.
• Tener una actitud de respeto a la persona delante de los otros; es muy humillante sentirse ignorado o ignorada por la propia pareja, más aún si se está ante miradas externas. En la relación de pareja ponemos en juego nuestro ser más auténtico y esperamos ser acogidos y respetados en nuestra verdad tal cual somos.
• Acoger y aceptar cada día a la persona que amamos, no sólo como es, sino como va siendo. Un trabajo no fácil pero clave en la fidelidad.