En relación a la decisión ¿Separarme si discutimos todos los días? esta es una opinión de Lupe Vicente Beltrán

No

• Lupe Vicente Beltrán
• Psicóloga

Esta es la opinión del experto

La psicóloga Lupe Vicente Beltrán, en su artículo Discuto mucho con mi pareja,-Discutir? sí...pero mejor, afirma que en numerosas ocasiones, “no son tanto las diferencias de opinión lo que conlleva a discusiones exacerbadas, sino más bien el no saber como comunicarse.”
 
Para solucionar este tipo de problemas en una pareja, la especialista considera que a veces “no basta la buena intención”. Es posible que la comunicación que hayamos establecido entre los dos, esté consolidada y arraigada, de manera que modificar y mejorar nuestra manera de comunicar, implica dos puntos:
 
-“Saber en qué fallamos a la hora de comunicarnos con nuestra pareja.”
 
-“Ser constantes en los cambios, aunque haya pequeños baches.”
 
Según la experta, “toda relación de pareja conlleva problemas que resolver, de todo tipo, unas veces se tratará de pequeñas cuestiones cotidianas, y otras veces de decisiones a tomar urgentes.” Por tanto, aquellas parejas que hayan aprendido a resolver sus conflictos antes de que éstos se hagan demasiado grandes, tipo bola de nieve, tendrán más posibilidades de ser felices durante más tiempo y permanecer juntos.
 
Un incremento de discusiones “destructivas” nos sumergen normalmente en un período de crisis en la pareja. No debemos interpretar estas crisis como una señal de que ya no hay nada que hacer en la pareja, y hay que separarse. Sino más bien como un punto de inflexión. “Debemos pararnos, cortar esa dinámica y retomar otra, más constructiva. A discutir también se aprende.” 
 
En la opinión de esta especialista en parejas y adultos, cuando se trata de no discutir o discutir menos, es importante tener un buen punto de partida; sólo pueden comunicarse correctamente dos personas que estén dispuestas a: 
 
-“Regalarse tiempo para comunicarse con el otro”.
 
-“Ser generoso con la pareja para poder satisfacer sus necesidades.”
 
-“Plantearnos nuestra propia conducta, observarnos a nosotros mismos a menudo. No podemos pedir al otro lo que nosotros no estamos dando.”
 
Por otro lado, nos explica Lupe Vicente, que no hay que perder de vista “los problemas externos a la pareja”: La pareja se mueve en un ambiente o circunstancias que le influye positiva o negativamente. Por ejemplo, “el estrés en el trabajo es un factor muy habitual, que afecta al estado de ánimo favoreciendo discusiones. En este caso, los dos miembros deben saber que esta situación es puntual. Cuando esto sucede, es muy importante la comprensión del otro y “aislar”esta circunstancia para que no afecte al funcionamiento diario. Es decir, hablar de ella, reservar un tiempo para asumirla o resolverla. Así evitaremos que siempre esté ahí, interrumpiendo el diálogo”.
 
Además, también afirma la autora del artículo que hay que estar atentos a “nuestras verdaderas necesidades”: ¿Digo sí, cuando quisiera decir no y viceversa?…¿sabemos lo que necesitamos realmente?. En muchas ocasiones, “adoptamos conductas resignadas, es decir, no informo a mi pareja sobre mis verdaderas necesidades, pero espero en secreto y pacientemente día tras día que nos la satisfagan, quedando decepcionados cuando no aciertan, (que es la mayoría de las veces, claro).”
 
Por último, la experta nos da algunas “recomendaciones generales para favorecer una buena comunicación”, que evite separaciones causadas por discusiones continuas.
 
¿En qué podemos mejorar?:
 
-“Abrirse a la pareja a través de la expresión de sentimientos propios , necesidades y deseos.”
 
-“No menospreciarse no descalificar o criticar al otro.”
 
-“Describir la conducta molesta o la situación problemática sin acusar.”
 
-“Explicar como nos repercute ese problema.”

-“No exagerar.”
 
-“Escuchar de forma comprensiva.”
 
-“Utilizar un buen tono y una buena comunicación no verbal (cogerse de las manos, una caricia, un sonrisa…).”
 
-“No sacar a la luz antiguos enfados.”
 
-“Humor.