En relación a la decisión ¿Aceptar que mi padre sea un referente en mi vida? esta es una opinión de M. NEUS CALLEJA FERNÁNDEZ

Imagen de M. NEUS CALLEJA FERNÁNDEZ
2 votos

Esta es mi opinión de experto

No cabe duda de que la figura del padre es un claro referente en nuestra vida. Desde que nacemos es, junto con la madre, uno de los principales modelos a imitar. Otra cosa es el hecho de que sea un buen referente o no. Ello dependerá de las actitudes y estilos de relación que haya establecido

Es prácticamente imposible que la figura del padre no sea un referente para los hijos. Por ello es tan importante que desarrolle este rol de la mejor manera.

Es frecuente que los hijos varones vean en el padre un modelo a imitar en sus comportamientos y en sus propias relaciones parentales futuras, mientras que las hijas suelen percibirlo más como un modelo con el que identificar a sus futuras parejas consciente o inconscientemente.

En cualquiera de los supuestos, la relación padre-hij@ es fundamental en el desarrollo emocional de las personas. Por ello es tan importante reforzar la vinculación afectiva y esforzarse para que sea lo más positiva posible. Un hijo o hija que no se siente querido, valorado y aceptado por su padre corre gran riesgo de ser un niño infeliz y con una baja autoestima.

Hasta hace poco, el rol del padre con respecto a la educación de los hijos se basaba mucho en el juego y en ejercer la autoridad, quedando el cuidado físico y emocional a cargo de la madre. Afortunadamente cada vez es más frecuente ver estos roles repartidos entre ambos progenitores, de manera que la relación queda mucho más igualada entre padre y madre.De esta forma, los hijos pueden desarrollar un vínculo mucho más igualitario entre uno y otro progenitor, lo que les enriquecerá en sus posteriores relaciones con otras personas y con sus propios hijos.

Debemos aceptar no obstante, que según las características personales, los hijos conectarán mejor con uno u otro, pero ya no tendrá que ver con la calidad de las funciones parentales sino con el carácter de cada cual y ello no tiene por qué resultar negativo para nadie.

Otra cosa es cuando el padre no desarrolla un buen vínculo con el hijo o hija ya sea por incapacidad, por desatención, por rechazo de su función educativa o por criterios erróneos sobre su rol. En este caso, seguirá siendo referente, pero un referente a evitar, para no caer en los mismos errores.

Información relacionada

Entidades u organizaciones

Comentarios
Imagen de Iván Linares
  • Icono experto Iván Linares
  • Psicólogo, Psicoterapia de parejas y Diagnóstico Organizacional
Miércoles, 20 de Marzo de 2013 a las 3:52

El deber ser de nosotros como padres es el de un modelo internalizable de "imitación" (si cabe la palabra); el amor de los hijos hacia los padres se conquista, no se impone: el equilibrio emocional, el sistema de valores, el acompañamiento (el estoy contigo). La aceptación y respeto de las expectativas hacia los hijos deben depender de la edad de cada uno de ellos; no puedo exigirle a un niño que se comporte como un adulto o a un adolescente que lo haga como un niño: al infante le toca reconocer su cuerpo y su entorno, al niño adquirir los hábitos primarios, al adolescente socializar y al joven independizarse e ir a fundar su propia familia y este ciclo vital tiene necesariamente que ser canalizado y facilitado por los padres

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×