En relación a la decisión ¿Superar el miedo a la muerte? esta es una opinión de Marco Tulio Cicerón

Sí

• Marco Tulio Cicerón
• Maestro en retórica, derecho y filosofía

Esta es la opinión del experto

Cicerón decía que la muerte, lógicamente, preocupa más a los ancianos porque sienten que está más cerca. Sin embargo, uno debería despreciarla aún más, si tuvo la fortuna de disfrutar de una larga vida:

“¿Qué he de temer si después de la muerte no puedo ser desgraciado, ni tampoco puedo ser feliz?”, escribe Cicerón.

Afirmaba que nada en la naturaleza dura mucho tiempo. El que se le da a cada uno siempre parece corto por eso uno debe aprovecharlo y estar contento. El famoso orador opinaba que lo importante es vivir bien y honestamente y no “el tiempo que se le asigne” a cada uno.

“Con la misma facilidad que quien construye una nave, un edificio, de igual modo la naturaleza destruye al hombre, y separa lo que ella misma unió”, comenta Cicerón.

Cicerón creía que el espíritu del hombre es inmortal y, por tanto, no consideraba la muerte como algo triste. Reconocía que el miedo a la muerte es algo por lo que todos los hombres tienen que pasar, pero sabiendo que esto dura poco “puesto que una vez muerto ya no existe esa sensación”.

A los adolescentes, Cicerón les invitaba a reflexionar sobre la muerte para tranquilizar el espíritu:

“Es indudable que tenemos que morir, pero es incierto hasta el último momento. Por lo tanto, ¿quién puede tener firmeza de espíritu temiendo a la muerte, siempre amenazante?” decía.

Cicerón aconsejaba seguir el modelo de las legionarios romanos que siempre avanzaban con ánimo alegre y seguro, aunque muchas veces sabían que no regresaría jamás. Si estos jóvenes, muchos de ellos aldeanos, lograban despreciar la muerte, “¿es lo que van a temer los doctos ancianos?”.

También se preguntaba, porque son precisamente los sabios los que mueren con un espíritu más sosegado, mientras que con los necios sucede todo lo contrario. La respuesta que encontró es que se trata de espíritus que ven más y con mayor amplitud, y perciben que con la muerte se accede a una situación mejor.

“¡O día memorable, cuando yo llegue a aquella reunión de los espíritus, cuando me aleje de esta revuelta y confusión!”, clamaba Cicerón.