En relación a la decisión ¿Vivir el fracaso empresarial como un aprendizaje? esta es una opinión de María Blanco

Sí

• María Blanco
• Doctora en Ciencias Económicas

Esta es la opinión del experto

En su comentario “El denostado error empresarial también existe”, publicado en la web de la Fundación Juan de Mariana (http://www.juandemariana.org), María Blanco, Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y Profesora de Historia del Pensamiento Económico, sostiene que en la metodología adecuada para la ciencia económica, “los intentos fallidos” son, han sido y seguirán siendo, imprescindibles para “explicar el comportamiento de los agentes económicos y de las relaciones entre las variables económicas … “

María Blanco, también responsable del diseño y dirección de los eventos organizados por la Fundación Juan de Mairena ,afima “los errores tienen un valor enorme en la toma de decisiones, también en las empresariales …”.  

Y añade “en una época como la que vivimos, en la que la desconfianza en el futuro y el desaliento se van instalando en nuestros hogares, en las empresas y en la vida cotidiana, hay que desmentir que el error y el fracaso son evitables. Al revés, se trata de integrar el error como parte de la teoría económica...”

En el desarrollo de su postura, la Sra. Blanco, cita al economista argentino, Juan Carlos Cachanosky, que en su artículo "Las decisiones empresariales y las predicciones en economía", publicado en la revista LIBERTAS ” [The Entrepreneurial Decisions and the Forecasts in Economic Science], Libertas, Buenos Aires, May 2000.) afirma que  “ la sociedad es un sistema hipercomplejo en el que las predicciones no tienen el mismo significado ni fiabilidad que las predicciones que se realizan en las ciencias naturales. Y la economía es una ciencia social que estudia la acción humana. No solamente es imposible predecir el comportamiento humano individual, cuando se trata de un grupo de personas, la cosa se complica, y si se trata de un mercado amplio y anónimo, aún más.”

Así, y ante la naturaleza impredecible de la acción humana  - y su influencia determinante en cualquier actividad económica – la experta propone el conocimiento como herramienta para “aprender a moverse en un entorno de incertidumbre en el que se pueda aprender de las lecciones positivas y negativas.”

Y según concluye la experta “no hay conocimiento superior al del mercado libre. Se trata del famoso orden espontáneo del que tanto hablamos y que tanto miedo nos da. Si dejamos que sea el conocimiento del propio sistema social hipercomplejo el que guíe cuáles son las inversiones rentables, los negocios en los que hay oportunidades de ganancias, entonces los empresarios podrán ejercer su función descubridora de esos mercados aún no desvelados.”