En relación a la decisión ¿Preparar a las mascotas de la familia para la llegada del bebé? esta es una opinión de Heidi E. Murkoff

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Esta es la opinión del experto

A un gato y sobre todo a un perro al que siempre se ha tratado como a un bebé le resultará difícil pasar a ser “uno más” y tener que compartir protagonismo con el nuevo miembro de la familia. Tal y como explica Heidi Murkoff, los animales también se tienen que preparar ante la llegada del bebé.

Las familias suelen tratar a sus mascotas, sobre todo a aquellas que requieren mayores cuidados como perros y gatos, como si fueran niños pequeños: juegan con ellos, les prestan atención y les malcrían. Por este motivo, y dado que los animales no tiene capacidad de comprensión, no entenderán por qué sus dueños pasan de repente a hacerles menos caso en pro de otro “ser” que acaba de llegar. Tal y como explica Heidi Murkoff, al principio será inevitable ver al animal desanimado pero hay que evitar en la medida de lo posible que llegue a sentir unos celos excesivos y, sobre todo, que se muestre agresivo.
 
Por muy pacíficos que parezcan, los animales pueden tener reacciones adversas ante una situación que desconocen y por lo tanto de la que desconfían. Por este motivo, según la experta, si no están adiestrados no está de más invertir en un curso de adiestramiento, que no anulará la personalidad del animal pero sí que hará que esté más estable y, por lo tanto, habrá menos probabilidades de que dañe al bebé. Como el comportamiento de un recién nacido no es controlable ni predecible hay que intentar, por lo menos, que el del animal lo sea en la medida de lo posible.
 
Además del curso, puede ser de gran ayuda acostumbrar al animal a estar con el bebé desde el primer momento, siempre que haya alguien vigilando que el niño no corre ningún peligro. También será positivo adelantar los acontecimientos. Tal y como afirma Murkoff, se puede recurrir a una muñeca para adiestrarle y para que empiece a notar ciertos cambios en el comportamiento de los “padres”. Se le pueden cambiar los pañales, darle el biberón, pasearla en un cochecito, o ponerla a dormir en la cuna. Así al animal no le parecerá tan raro cuando suceda de verdad. También hay que acostumbrarle a dormir solo, si es lo que va a hacer a partir de que nazca el niño, y dejar que huela prendas del recién nacido, para que se acostumbre a su olor.
 
Ya de cara al bebé, según cuenta la experta, es recomendable hacerle al animal una revisión veterinaria completa, para asegurarse de que las vacuna están al día y de que no tiene, pulgas, garrapatas ni lombrices.

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