En relación a la decisión ¿Creer que la Virgen María es virgen? esta es una opinión de Ricardo De Luis Carballada

Sí

• Ricardo De Luis Carballada
• Profesor de Teología

Esta es la opinión del experto

Ricardo de Luis Carballada en un artículo titulado «La maternidad sacramental de María. La mariología de Edward Schillebeeckx», analizará diversos temas marianos a la luz de la mariología de Edward Schillebeeckx, argumentado que este teólogo elabora una mariología teológicamente realista y equilibrada, que se distancia tanto de las exageraciones devocionales como de un racionalismo teológico que no deja espacio al misterio divino.

Refiriéndose a la virginidad, De Luis empieza por señalar que es doctrina de la Iglesia afirmar la constancia de la virginidad de María (antes, durante y después del nacimiento de Cristo). Pero esta virginidad, continuará De Luis, no alcanza sólo el aspecto físico sino también una actitud espiritual y religiosa.

La manera de entender la virginidad de María depende de la interpretación del texto de Lc 1, 34: «¿Cómo será esto, pues no conozco varón?». Schillebeeckx indica que en la tradición teológica se dan fundamentalmente tres interpretaciones:

1. María tenía la intención de llevar una vida virginal con José desde antes de la Anunciación. Es decir que contrajo un matrimonio virginal. El inconveniente de esta interpretación es que no es fácilmente conciliable con lo que conocemos del judaísmo de la época, que hacía improbable un matrimonio de estas características. Sin embargo tiene la ventaja de subrayar la libre elección de Dios por la cual María permanece inmaculada en su concepción, lo cual es una realidad que María llevaba en su interior y que la dejaba en entera apertura y disponibilidad a Dios.
2. La virginidad de María es consecuencia del anuncio del ángel. María en un primer momento habría proyectado contraer matrimonio con José pero fue precisamente el anuncio del ángel lo que la llevó a mantener su virginidad. Antes del anuncio se habría comprometido a desposarse con José, pero puesto que ese matrimonio no se había celebrado y la promesa de desposorio no conlleva cohabitación, María había dicho al ángel con toda razón: «Yo no conozco varón». Esta interpretación tiene a su favor la plausibilidad exegética, sin embargo, del anuncio no se deriva que vaya a suceder inmediatamente lo anunciado.
3. Relacionar la frase de María con el texto de Isaías 7, 14: «He aquí la doncella (la virgen) ha concebido y va a dar a luz a un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel». María al escuchar al ángel se acordó, como lo haría todo buen judío, que el cumplimiento de la profecía de Isaías relativa al nacimiento del Mesías conllevaba el nacimiento virginal. Esta interpretación tiene en su contra que en el tiempo de María, no desempeñó ningún papel sino después.

De Luis señala como Schillebeeckx se inclina por la segunda interpretación, que subraya la fuerza de la voluntad de Dios anunciada por el ángel y que lleva a María a modificar una decisión anterior. Su virginidad es consecuencia de la maternidad, del anuncio de que iba a ser la Madre del Salvador.

La virginidad es un desarrollo del principio mariológico fundamental en el sentido que fue consecuencia de la maternidad de Cristo. María fue madre y virgen, una virgen-madre. De este modo se subraya que la concepción de Cristo fue el resultado de un acto de entrega a Dios.

La maternidad virginal es la expresión de la maternidad en la fe, de quien se entrega a Dios. Y esa maternidad virginal da forma a la relación de María con su Hijo, que no fue la de posesión sino la de entrega confiada.

Fuente: De Luis Carballada, Ricardo. «La maternidad sacramental de María. La mariología de Edward Schillebeeckx». Ephemerides Mariologicae, 62 (2012), p. 85-102.