En relación a la decisión ¿Dejar que mis hijos me vean desnudo? esta es una opinión de Rosalba Gautreaux Betancourt

Sí

• Rosalba Gautreaux Betancourt
• Doctora en Neurociencia y Neuropsicología Aplicada

Esta es la opinión del experto

Según la experta si a un niño se le hace ver desde pequeño que la desnudez es algo natural, éste interpretará que el cuerpo humano es “algo hermoso, que debemos conocer y cuidar”, lo que reforzará su autoestima, y le ayudará a disfrutar, proteger y compartir su cuerpo.
 
Ahora bien, la experta afirma que: “el equilibrio y la formación saludable de este conocimiento es vital y esto se realiza desde la familia.” Una cosa es desnudarse delante de los hijos en determinados momentos en los que sea algo natural, como cuando los padres se estén vistiendo o estén en el baño, y otra cosa bien distinta es forzar y abusar de la desnudez constantemente. Esto no sería natural ni saludable, se aproximaría más a un exhibicionismo. Además de esto, también es necesario que los padres se sientan cómodos al hacerlo, no pueden sentir vergüenza o incomodidad cuando se muestran desnudos ante sus hijos, porque sino acabarán transmitiendo esa incomodidad a sus hijos y entonces la desnudez no será algo saludable.
 
Los niños están conociendo sus cuerpos hasta los seis o siete años. Por ello bañarse con los hijos durante la infancia puede ser algo bueno. Son momentos de acercamiento, ideales para responder a sus preguntas de una forma natural. La Dra. Gautreaux señala que: “Lo recomendable es que desde pequeños los hijos vayan observando nuestro cuerpo, para que de esta manera puedan ir estableciendo las diferencias y conociendo los dos géneros”
 
La experta afirma que: “en las familias donde los padres no se han expuesto desnudos frente a sus hijos desde que son pequeños el efecto de desnudez puede generar un poco de “morbo” cuando estos sean adolescentes”, sin embargo, cuando la desnudez forma parte de su vida desde la infancia, la verán como algo natural, no les creará ansiedad ni “morbo” en ese período de desarrollo tan complicado como es la adolescencia.
 
La neuropsicóloga nos recuerda que: “somos ejemplo en acción para nuestros hijos y que la desnudez entra dentro de la escala de valores que les heredamos.”