En relación a la decisión ¿Celebrar un matrimonio mixto si somos de confesiones distintas? esta es una opinión de Silvio Botero

Sí

• Silvio Botero
• Dr. en Teología Moral, sacerdote católico

Esta es la opinión del experto

Silvio Botero afirma que los matrimonios mixtos ofrecen una buena ocasión, para desde esa coyuntura, reflexionar sobre una teología ecuménica de la pareja humana.

Las tres grandes iglesias cristianas presentan divergencias pero al mismo tiempo presentan muchos aspectos en los que la comunión y la unidad son posibles.

Una de las divergencias, como señala Robert Grimm se encuentra en el hecho de que la Iglesia Católica presenta una actitud más juricista mientras que las Comunidades Protestantes se muestran más favorables a la libertad de espíritu.

Sin embargo para fundamentar una teología ecuménica del matrimonio Botero subraya que es mejor centrarse en los elementos comunes, ya presentes en la reflexión teológica de cada una de las iglesias cristianas.

En este sentido el sacerdote redentorista, afirma que se pueden señalar 5 elementos:

1. El concepto de «vocación (cristiana) conyugal». La Iglesia Oriental-Ortodoxa mira al matrimonio desde la perspectiva de misterio, como «lugar misterioso de nuestra santificación», como «una gracia y, por tanto, vocación que requiere un don especial o carisma». En las Comunidades Protestantes, desde Lutero a nuestros días la teología del matrimonio ha ido caminando y actualmente asumen características que las otras iglesias cristianas comparten: un empeño en crear una comunidad íntima de compañeros, un esfuerzo para construir una interrelación de honestidad, de apertura y de acogida, un intento de fundar un pacto que comprometa a la pareja en el propósito de afianzar una existencia religiosa y ética. Sin embargo para estas comunidades el matrimonio es una realidad socio-cultural profana que difiere de la concepción sacramental del matrimonio entre los católicos. La Iglesia Católica hasta el Vaticano II asumía una concepción más bien jurídica, pero a partir del concilio se dio una reflexión sobre el matrimonio más bíblica, atenta a la antropología y a la realidad dinámica en la que se desarrolla la vida de pareja. Lo que propicio un acercamiento entre católicos y protestantes.
2. Contemplar el matrimonio dentro de la visión de la «alianza» de Dios con su pueblo, de Cristo con la Iglesia.
3. El matrimonio lo constituye el amor humano y cristiano. Éste es, sin duda, uno de los elementos más valiosos en que fundar el diálogo ecuménico sobre el matrimonio. En las Comunidades Protestantes y en la Iglesia Ortodoxa siempre estuvo presente, mientras que en la teología católica se empezó a sentir poco antes del Concilio.
4. La llamada a la santidad es otro de los grandes elementos comunes de las tres iglesias cristianas.
5. El respeto a la conciencia que los cónyuges se merecen por parte de las iglesias.

Sin embargo Botero reconoce que aún que aún queda camino por recorrer en la búsqueda conjunta de un mayor acercamiento que favorezca el respeto mutuo, el interés por conocer y valorar las convicciones religiosas del cónyuge, el compartir la vida cristiana como «una sola carne».

Finalmente concluye que es urgente que cada iglesia se preocupe de preparar lo mejor posible a sus fieles para el matrimonio. Pero sobre todo se debe cuidar la preparación de aquellos que pretendan celebrar un «matrimonio mixto»:

• advirtiendo, sin prejuicios, de las eventuales dificultades con que se pueden encontrar;
• subrayando los elementos comunes como posibilidad para cultivar la unión de la pareja y de la familia;
• dándoles instrumentos para el respeto mutuo, para el diálogo recíproco y para crear un clima favorable que favorezca el diálogo ecuménico.

Elaborar una teología ecuménica del matrimonio a partir del matrimonio mixto es posible, conviene ponerse manos a la obra, y traerá frutos beneficiosos para las parejas humanas, para las familias, y para las mismas iglesias cristianas.

Fuente: BOTERO, Silvio. «Hacia una teología ecuménica de la pareja humana a partir del “matrimonio mixto”». Carthaginensia: Revista de estudios e investigación. Vol. 22, Nº 42, 2006, págs. 331-349.