En relación a la decisión ¿Cuidar al cuidador? esta es una opinión de Verónica Guillén Botella

Sí

• Verónica Guillén Botella
• Doctora en Psicología

Esta es la opinión del experto

En una reciente entrevista realizada por la periodista María Alvarez sobre psicología y salud mental, la doctora en psicología Verónica Guillén Botella, explica cómo afecta la llegada de una enfermedad incurable o degenerativa a la vida de una familia: “cuando una enfermedad incurable o degenerativa irrumpe en la vida de una familia, ésta sufre un grave conflicto y la mayoría de sus miembros suelen pasar por fases similares a las vividas por el propio enfermo”.
 
Respecto a los cuidadores en esa misma entrevista, la Dra. Guillén Botella, señala como en la mayor parte de los casos es algún miembro de la familia quien se encarga de ejercer la tarea de cuidador, tarea que nos dice: “no siempre es fácil”. La experta señala que “es normal que los familiares que se ocupan de un enfermo incurable le presten cariño y atención, que se vuelquen en el paciente". Sin embargo, advierte de la necesidad de no sobreproteger ni quitar independencia al enfermo.
 
Según esta especialidad en Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos, en este tipo de dolencias prestar una atención especial al enfermo es una tarea básica, pero “tampoco debe descuidarse la atención a las necesidades de los cuidadores” ya que estos, en muchos casos, necesitan tanto o más apoyo que el propio paciente: “el cansancio, la dedicación plena al familiar enfermo, así como observar que la enfermedad sigue su proceso aunque se haga el máximo esfuerzo para superarla  pueden terminar afectándoles de manera severa y abocarlos a una depresión”. Por eso, esta Doctora en Psicología recomienda que estas personas “encuentren momentos de desconexión y, en caso de ser necesario, cuenten con apoyo psicológico para ir aceptando y asumiendo los cambios que provocará la enfermedad en sus vidas” y en la de los familiares enfermos.
 
De forma general, la Dra. Verónica Guillén Botella, se hace eco de algunos de los consejos generales que la mayoria de los expertos en esta materia ofrecen para estas situaciones y que podemos resumir en los siguientes: (1) fijarse objetivos y expectativas realistas, (2) establecer sus propios límites, (3) pedir y aceptar ayuda, (4) cuidar de sí mismos y, por último pero no menos importante (5) implicar en el cuidado del enfermo a otras personas.