← Ir al debate

El futuro de la Sociedad del Bienestar

la sociedad del bienestar

Planteamiento y vías de reflexión para abordar el debate sobre el futuro de la Sociedad del Bienestar

Inicia el debate sobre el Estado de Bienestar el moderador, José Luis González Quirós , doctor en filosofía y analista político, haciendo una breve introducción al problema y la forma de abordarlo:

El debate sobre el futuro del Estado del Bienestar, sus causas, los problemas y las consecuencias que lo rodean es muy complejo. Hay por lo menos 4 aspectos diferenciados sobre los que hay que debatir:

  • Histórico-político
  • Moral
  • Económico y
  • Geo-político

La idea es poder abordar el problema  reflexionando sobre las siguientes dimensiones:

La relación de las personas con el Estado: Qué es legítimo que haga el Estado, qué es exigible y qué es intolerable. En el mundo entero se está discutiendo de mil maneras sobre cuál es el limite del derecho a la seguridad y el derecho a la intimidad, violado con tecnologías potentes, y sobre todo, porque eso lo sabia todo el mundo, por qué ha habido alguien que ha contado cómo se hace. Es una noticia que cae sobre un problema: la relación entre el “hombre débil” y el Estado.

 La relación entre las personas: Cómo se organiza la solidaridad entre las personas. Sin duda alguna, el EB tiene una dimensión política, pero también una dimensión interpersonal, comunitaria. Es una fórmula según la cual unas personas se hacen cargo de los problemas de otras, es decir, en la teoría mas dulce y pacifica, el EB es una gran red de protección que nos prestamos unos a otros. Pero hay que considerar de qué manera podemos hacernos cargo unos de otros, hasta qué punto eso funciona bien o tiene problemas irresolubles.

La sostenibilidad de los Estados del Bienestar: ¿El mundo  está en condiciones de seguir prestando dinero a las viejas economías europeas que son incapaces de pagarse sus futuros gastos?  Porque a lo mejor en un determinado momento esas economías deciden que es mejor invertir ese dinero en ellas mismas y dejar de prestárnoslo a nosotros, porque les va a ser más rentable.

Aspectos políticos con mayúsculas: Todos estos problemas se han convertido en las sociedades actuales en problemas tabú, de los que no se atreve a hablar nadie. 

Para avanzar en propuestas y soluciones, tendríamos que definir en qué tipo de pacto político es concebible que exista un Estado de Bienestar, lo cual exigiría:

1º una redefinición del hogar público (Daniel Bell) , a través de un pacto político en el que hubiese mayor transparencia y más virtud cívica , menos corrupción. El EB exige soluciones eficaces, caras y rápidas y eso lleva consigo poca transparencia, decisiones arbitrarias y pérdida de miles de millones de euros por el camino.

2º una mayor competencia fiscal y económica y una mayor cultura de exigencia de responsabilidades. En definitiva, una mayor separación de poderes. Pero también poder pedir mayor esfuerzo personal y llegar a hacer un Estado que garantice un mínimo, pero que permita que cada cual se cuide mas de sí mismo, más que pretender, por el contrario, que los demás cuiden de mí.

El EB tiene tantas dimensiones, que en el fondo es hablar sobre qué tipo de vida es posible, qué tipo de vida es deseable, y qué tipo de vida hay que promover en las sociedades democráticas, viejas, europeas y occidentales.

Analizando las causas del problema de la Sociedad del Bienestar

El desglose del gasto público como porcentaje del PIB en el año 2012, en un país como España ayuda a situar el debate

El coste del Estado de Bienestar España 2103.

El primero en intervenir, tras la introducción, es Luis González Feria, catedrático en neurocirugía, que ha desarrollado responsabilidades importantes en el diseño y gestión del sistema sanitario español actual, ademas de ser un profundo conocedor del sistema sanitario sueco, uno de los considerados como modelo de referencia en el mundo:

Analizando el problema desde la perspectiva histórica, Otto Von Bismarck inicia en 1884 un sistema de protección social, de educación para todos, a mi entender, el comienzo del Estado de Bienestar tal y como se entiende hoy en día. De ahí se derivo un sistema competitivo en el que el estado controla la situación, pero hay una serie de entidades que compiten entre sí para satisfacer las necesidades sociales o sanitarias. Sesenta años más tarde,  Lord Beveridge, tras la IIGM construye un sistema monolítico de Seguridad Social, donde el Estado provee a toda la sociedad de beneficios sociales y sanitarios desde “la cuna a la sepultura.

Surgen así dos modelos contrapuestos con consecuencias en la definición de los sistemas de Estado de Bienestar:

  •  ¿Tiene que haber un control del Estado pero con entidades competitivas, como en el modelo de Bismarck? O, por el contrario,
  •  ¿Tiene que haber un modelo monolítico, monopolítico manejado por el Estado, como ocurre en otros países?

Los datos constatan que los países que adoptan el segundo modelo, en los que el Estado es el gestor y proveedor de los servicios sanitarios, son los que en la actualidad tienen listas de esperas inaceptables en la Sanidad Pública: España,Francia,  Reino Unido, Suecia, Noruega, Finlandia, Polonia, Italia…. Los que han adoptado el primer modelo,  donde no existe competencia controlada por el estado, NO tienen lista de espera. Es el caso de países como Holanda, Alemania, Bélgica, Suiza, Austria...

"El problema no es tanto económico, cuanto de gestión no adecuada" (LGF)

La sanidad es uno de los problemas más caros y complicados, le siguen las pensiones y la educación. El problema no es tanto económico, cuanto de gestión inadecuada, y otra serie de problemas de menor identidad pero que van a ir creciendo, como la que plantearán las personas en situación de dependencia.

Interviene a continuación, Enrique Baca, catedrático de psiquiatría, profundo pensador y conocedor del ser humano y de la vida en los hospitales:

En lo que llamamos Estado, podemos clasificar sus prestaciones en orden: desde aquéllas en las que el individuo tiene una participación “cero” (defensa, seguridad o asuntos exteriores) -los individuos no contamos absolutamente nada en lo que a su marcha se refiere-, hasta aquéllas donde las prestaciones están absolutamente centrados en el individuo. Así ordenadas tendríamos:

          Enrique Bca  1.º Defensa.

            2.º Seguridad.

            3.º Asuntos Exteriores.

            4.º Administraciones Públicas.

            5.º Obras Públicas.

            6.º Justicia (no se legisla para el individuo).

            7º Educación (tampoco es individual, pero intenta  adaptarse a casos concretos).

            8º Sanidad.

            9 Protección Social: pensiones, paro, dependencia, resto de servicios sociales.

Hasta la Protección Social, no es un problema de dinero. Ni en Justicia, ni en Educación ni en Sanidad el dinero es un problema en sí. Tú puedes meter en estos sistemas todo el dinero que quieras y hacer un desastre perfecto. De hecho los desastres más tremendos se han hecho en épocas de bonanza.

"Los desastres más tremendos se han hecho en épocas de bonanza"(E.B)

Pero en Protección Social es lo único necesario, es la única condición. En pensiones, en paro y dependencia, necesitamos sobre todo tener dinero. Claro, la responsabilidad en la gestión es fundamental. Muchas veces, la gestión de los presupuestos no estriba en cuánto presupuesto se tiene sino en cómo se organiza la distribución de este.

En España, en relación al PIB el gasto sanitario no es excesivo, estamos lejísimos del sistema mas ineficiente, que es el de los EEUU. Estamos también lejos de Alemania, Gran Bretaña, etc. No se puede decir que seamos un país que gastemos mucho: habíamos conseguido un sistema en el que estábamos gastamos  lo razonable, por lo que no ve que tenga mucho sentido la reducción del gasto planteada por los políticos. 

J. L. González Quirós: Es curioso que uno de los gastos del Estado es hacerse cargo de algo que podría estar perfectamente individualizado: hacernos cargo de nuestra propia vida, mediante un sistema en el que te quita una importante parte de tu capacidad de ahorro a cambio de que en tu vejez no vayas a tener problemas. Cuando resulta que eso no lo está cumpliendo, mucha gente se puede quejar, han estado pagando toda su vida laboral para tener una pensión y cuando la tienen que tener se la quitan o le pagan menos. Es interesante la relación entre el poder político  anónimo y el individuo débil, especialmente en este punto el EB que siempre se legitima como realización de un ideal de justicia puede cometer algún tema de injusticia.

Interviene a continuación, José Lázaro, doctor en humanidades médicas, pensador y escritor prolífico en temas de creencias y violencia:

Creo que eso que dices debería ser el punto de partida por el cual empezar, pero incluso llevándolo mas lejos: cuál es la relación que establece el individuo con la comunidad en general y cuál es la comunidad que se toma como referencia para establecer esa relación, porque las críticas más radicales con la propia idea del EB no suelen venir del individuo débil, sino del individuo fuerte, los individuos que consideran que generan una serie de recursos y han ido asumiendo su responsabilidad a lo largo de su propia vida, se plantean no tener que financiar  a otros individuos que hacen exactamente lo contrario, y desde una postura muy irresponsable no trabajan de la misma manera, no administran sus bienes de la misma manera o no cuidan su salud de la misma manera.

J. L. González Quirós: Es el problema de la iniquidad en el trato: si unos aportan mucho y reciben poco, y otros no aportan nada y reciben mucho, hay algo que no funciona.     el estado de bienestar

J. Lázaro: Es un problema que va mas allá, a la relación que se establece entre el individuo y la comunidad. Primero: ¿qué es la comunidad? ¿Es mi familia, mi ciudad, mi nación, el mundo en su globalidad? Son planteamientos muy distintos. Segundo, damos siempre por supuesto que la Sanidad, la Educación Pública es algo bueno por definición porque todos nos responsabilizamos de todo, pero las críticas más individualistas, que pueden en ocasiones radicalizarse, plantean que eso no sólo no es bueno, sino que es profundamente injusto.

J. L. González Quirós: Y socialmente ineficaz.

ElBienestar” es necesario, el Estado de Bienestar es cuestionable”(JLGQ)

J. Lázaro: En el fondo es la fábula de la cigarra y la hormiga. Hay un ejemplo muy claro en las críticas en los EEUU a los intentos de hacer un sistema público de asistencia sanitaria, que empezó con Hillary Clinton y continuó con Obama que, aparte de los intereses concretos de los lobbies del negocio de la Sanidad, hubo muchas críticas de personas que, no siendo profesionales de la Sanidad, consideraban que ellos querían defender su derecho a administrar sus propios bienes y a cuidar de sí mismos, y no querían delegar en su Estado. Ese tipo de críticas no existe en España, y si existe, se considera de extrema derecha. Esa es una cuestión de fondo que establece los dos polos: el del individuo que quiere asumir su responsabilidad por completo y que no quiere que nadie cuide de él, y la postura contraria, que es la que aquí se considera más justa y avanzada, de que todo es de todos, y por tanto, todos somos responsables de los problemas de todos.

J. L. González Quirós: Eso es lo que Daniel Bell llama la Teoría del Hogar Público, a qué clase de obligaciones y derechos tenemos los unos con los otros, independientemente del sistema de bienestar. Es fácil admitir que es razonable que un Estado articule la existencia de una unidad muy sofisticada que nadie  podría financiar por sí mismo y que está al servicio de todos, pero no está claro que haga eso mismo con las pensiones. Esa es la cuestión política y moral esencial.

"El problema del EB es, en gran medida, un problema de falta de cultura política de la ciudadanía" (JLGQ)

Interviene a continuación, Jorge Úbeda, doctor en filosofía:

¿Podríamos imaginar qué tipo de vida hubiéramos tenido si no hubiésemos adoptado todo ese proceso? Son muchos los factores que influyen en nuestras vidas, desde lo más general, como puede ser que haya alguien que nos defienda, a lo más concreto, que puede ser que alguien como yo, con 38 años podré gozar dentro de unos años de una seguridad cuando ya no pueda trabajar.

La decisión que planteabais de gestionar nuestra vida, ¿en qué momento de la misma se va a tomar? ¿Cómo podemos gestionar la propia vida individual cuando no siempre tenemos la misma capacidad para gestionarla?.

Hay un aparte de la legitimación del sistema de bienestar que no viene sólo por una vía de ideal de justicia, sino que hay que incorporar a más gente en el proceso para que haya más masa y se financie mejor. Es un tema que mezcla la parte moral, con la parte del mutuo interés, con  la defensa de lo individual cuando se compromete a defender una sociedad del Bienestar, por lo tanto un planteamiento individualista no solo no iría en contra de una Sociedad del Bienestar, si no que estaría a favor.

Interviene a continuación, Leopoldo Gonzalo, catedrático en hacienda publica, y que junto a Enrique Baca, están escribiendo un libro sobre la necesaria reforma del sistema sanitario:

Si bien estoy a favor del Estado de Bienestar porque lo considero un bien para la sociedad, considero que es manifiestamente y urgentemente mejorable. Soy partidario del método histórico para realizar un análisis del mismo: Las instituciones sociales deben ser analizas volviendo a su origen —por qué nacieron, con qué rasgos y con qué función—, y cómo han evolucionado en el tiempo, solo así se podrá hacer su línea de tendencia y pronosticar de alguna manera, razonablemente, su futuro.

En la misma Roma —heredera de Grecia y, esta a su vez, heredera de Egipto—  están las primeras manifestaciones de lo que hoy en día llamamos el Estado de Bienestar.  Eso demuestra que las necesidades de éste las han sentido siempre toda las comunidades. Por ejemplo, la Lex Frumentaria establecía mecanismos para garantizar que el grano llegara a los destinatarios carentes de medios en unas condiciones económicamente accesibles, a un “precio político.


En etapas mas próximas, comparando la gran depresión del 29 con la gran recesión (como la llama Ramón Tamames) actual, la primera constituye el punto de arranque del Estado de Bienestar tal y como lo entendemos hoy en día. Tras la IIGM, en 1945, se propicia un periodo de crecimiento inédito que no termina hasta 1973, con el primer choque petrolífero. Ahora, que el Estado de Bienestar ya está instaurado, con la recesión que vivimos, ¿qué pasaría si no lo tuviésemos? ¿Si no tuviésemos subsidio de desempleo, sanidad gratuita, educación…? Es un tema de reflexión. Concibo que el marco de convivencia que facilita el Estado de Bienestar es un bien público puro, es decir, aquél que una vez que se produce está a disposición de todos los ciudadanos simultáneamente sin que se quepa la expulsión mediante el precio; eso proporciona un clima social de armonía en donde se resuelven muchos problemas muy importantes y muy apreciables. Habría mucha mas delincuencia y mucho mas deterioro social. Como decía antes, eso no quiere decir que  no necesite un repaso de arriba abajo.

“El Estado de Bienestar, como bien público, constituye un mecanismo importantísimo de redistribución de la renta, no en un sentido únicamente monetario, sino de servicios, de oportunidades” (LG)

Me parece totalmente demagógico y torticero el discurso mantenido en la calle y en ciertas opciones políticas de acusar a la CAM (otra cosa es que lo haga bien) de que está “privatizando” la sanidad, cosa que no es en absoluto verdad. Está utilizando el concurso de algo que, a priori, juzgamos mas eficiente, y que no siempre es así, pero eso no cuestiona el EB, cuestiona la gestión y administración de ese sistema”.

Interviene a continuación, Rafael Mira, desde la perspectiva de la empresa:

Ese Estado de Bienestar del que hablamos no es un ente cerrado, de un tamaño concreto, se puede expandir o encoger. Ahora parece que  es así, que no se puede tocar en nada, porque rápidamente te acusan de su desmantelamiento. Tal y como está diseñado hoy en día, y con la cultura de que te tienen que mantener con todos los medios posibles, va a reventar por el avance tecnológico, y por las pensiones…¿En cuántos años revienta?  Quizás mucho antes de lo que pensamos…Es más que probable que podamos recibir un 50% mas del Estado del Bienestar gastando un 50% menos si somos capaces de revisar el gasto publico con una mentalidad de presupuesto base cero, sin prejuicios, ni tabúes.

L. Gonzalo: John Maynard Keynes decía: “la función del sector público no es hacer lo que ya están haciendo los particulares, sino hacer lo que no están haciendo y sin embargo es necesario”. Es el principio de subsidiaridadHoy en día, el tema  Sector Público- Sector Privado y la subsidiaridad está expresado en el entorno de la economía pública de una manera totalmente pacífica y aceptada.

El  mercado, el mecanismo de asignación de recursos más eficiente, tiene una serie de fallos que son:         

  • Situación de monopolio
  • Bienes públicos puros
  • Efectos externos: negativos y positivos
  • Deseconomías e impuestos sociales
  • Economías externas o beneficios sociales
  • Costes de información
  • Inexistencia de mercado (seguro de desempleo)

Necesidades que tiene que cubrir alguien; lo bueno y lo sano es que sea la propia sociedad, y en la medida en que no pueda, que sea el Estado e Instituciones Públicas”.

Por otro lado, los políticos no pretenden el poder porque sean altruistas: les gusta el poder, mantenerse, tener clientelas, etc. Por lo que se explica que hay una dinámica en la expansión del gasto publico porque quien lo realiza son los mismos políticos. Los parlamentos nacieron para proteger al ciudadano, y ahora los ciudadanos tienen que defenderse de los políticos.

José LázaroJ. Lázaro: Es importante analizar los problemas sin tener una postura a favor o en contra de lo que se está analizando, por lo menos hasta que no se haya avanzado lo suficiente en el análisis.

Me adhiero al esquema histórico, partiendo de Bismarck en Alemania, en Europa coincide con un período de desarrollo de la economía y mejora de la calidad de vida. En EEUU en el mismo período, se produce también un avance de las sociedades, de avances culturales y ahí, curiosamente, se produce desde una postura de mucho menos desarrollo y apoyo a las instituciones públicas propias del Estado de Bienestar. Esos dos ejemplos son los dos más directamente contrastables: el modelo  europeo del Estado de Bienestar de finales del XIX hasta la actualidad no tiene precedentes históricos, y el modelo económico y democrático de EEUU con poco Estado de Bienestar es la alternativa más clara.

J. L. González Quirós: Me parece un error enorme discutir del Estado de Bienestar hablando de la Sanidad, porque su problema no está en la sanidad, sino en el Estado, concretamente en los Estados europeos, deficitarios, que viven del préstamo exterior, y es ese Estado el que es inviable. El Estado del Bienestar, atendiendo a la educación y a la sanidad, sería perfectamente viable. Lo que no es viable es que España se haya gastado en 25 años 75.000 millones de eur en ferrocarriles de alta velocidad, de discutible utilidad. Eso significa que cada vez que un español ha cogido un tren de alta velocidad el resto de los españoles le hemos dado 3.000 eur. Eso no es lógico, ¿por qué existe entonces? Por que el problema es el mismo Estado global, no la sanidad, ni la educación... Es un problema fundamentalmente político: es la insostenibilidad del Estado que asume una cantidad de gastos del individuo en su nombre, que ni siquiera son necesarios.

"¿De verdad queremos que el Estado vaya controlando cada vez más parcelas de nuestra vida? Porque es lo que está haciendo"(JLGQ)

Un Estado es una institución que se crea para permitir la libertad individual. La evolución histórica ha hecho que ese Estado vaya asumiendo cada vez más roles y haya ido absorbiendo el papel de la iniciativa individual, porque ésta crea desigualdad, y la desigualdad tiende a la agrupación de los débiles y envidiosos para someter a los otros a control (según Nietzsche, ése es el fallo de la Democracia).

El Estado se dispara de una forma exponencial sobre todo a partir de 1945. Europa y el mundo entero han vivido con Estados, y han vivido razonablemente bien, pero ahora es problemático el mantenimiento de estos. Hay que contemplarlo desde un punto de vista de filosofía política: ¿De verdad queremos que el Estado vaya controlando cada vez más parcelas de nuestra vida? Porque es lo que está haciendo. La cuestión es: ¿Es sostenible una sociedad medianamente eficiente y libre, que no controle a su vez la capacidad autónoma y realmente brutal de un Estado al ir creciendo?. El problema del EB es, en gran medida, un problema de falta de cultura política de la ciudadanía.

R. Mira: Aquí nada es gratis. Todo lo que tenemos sale de los impuestos. Si queremos una serie de servicios y prestaciones, tenemos que estar dispuestos a asumir su precio vía impuestos. El problema es que la gente de la calle parece no tenerlo claro. En general piensa "yo pago lo que me piden, yo recibo sin limite", pero eso no es sostenible. Entonces, ¿qué me quitas de lo que recibo, o cómo me lo das de otra manera, para que sea más eficiente? tenemos que dialogarlo y consensuarlo.

E. Baca: El problema es ése, que la calle entiende eso, y es un planteamiento radicalmente falso, que no conduce a ningún sitio. La actitud de la gente es “para eso pago” pero en realidad no está pagando para eso”. Lo que sí, es que tiene derecho a saber qué se hace con sus impuestos, que ese modelo remite al modelo político de Estado. Los ingleses lo tienen muy claro.

"La gente tiene derecho a saber qué se hace con sus impuestos"(EB)

J. L. González Quirós: El problema es más complicado, está en que el Estado es una máquina que se ha convertido en un gran proveedor de ideología, que continuamente está aumentando su capacidad de influencia, para quedarse poco a poco con más parcelas.

E. Baca: A la gente de la calle hay que explicarle qué ideología ha producido la historia, la ideología que le están vendiendo, cómo se plasma, en qué modelos, que no se hacen atendiendo a necesidades y la demanda reales, sino que se hacen fijando metas de servicios, es decir, se hace lo que la persona que maneja el dinero decide de manera unilateral.

R. Mira: ¿Cuál es la diferencia entre el Estado de Bienestar sueco y el nuestro?

E. Baca: La ideología del Estado de Bienestar sueco, una ideología socialdemócrata pura, de fuerte contenido marxista, está basada fundamentalmente en la distribución de impuestos, que llegaron a un 70% del PIB de presión fiscal bruta (ahora la han bajado al 50%), con un número de habitantes en torno a los 19 millones, con un nivel de renta muy alto, con una población muy adaptada al territorio y muy acostumbrada a una vida muy frugal. Si contrastas Suecia con Sevilla, verás un modo de vida muy distinto.

J. L. González Quirós: El sistema sueco se caracteriza por una enorme racionalidad, no le tienen miedo a discutir, se discute y no le tienen miedo a la solución. Cuando ven que los organismos no funcionan, los privatizan y los ponen a competir entre sí. No hay muchos aprioris ideológicos, no hay un enfrentamiento civil entre la derecha y la izquierda, y hay sobre todo, una conciencia cívica muy alta.

E. Baca: Está basado en una mentalidad, en una actitud antropológica que pone al individuo en el centro del sistema y de las decisiones y, por tanto, desde pequeño se le enseña que él es responsable de su vida, de sus decisiones y en ese concepto de la honorabilidad protestante donde tienes que ser, no parecer, frente al mundo del sur, el mundo barroco, donde es todo lo contrario y lo importante es parecer, no ser.


Por dónde pueden venir las soluciones para el futuro de la Sociedad del Bienestar

L. Gonzalo: Lo primero, revisar el modelo, empezando por una regeneración de la política, ya que el problema es el Estado que hace lo que le dicen los políticos. Lo segundo, jerarquizar las necesidades, que no son todas iguales, prescindiendo de lo prescindible. Si en la actualidad el Gasto Público en España es el 47% del PIB, sumando los gastos del Estado de Bienestar, no llega al 20%. ¿A qué se dedica el resto? A alimentar la estructura gigantesca del Estado, superposición de administraciones, funcionariado….

E. Baca: Se confunde la palabra funcionario con empleados públicos y con cargos públicos, que funcionan completamente distinto. Son los cargos públicos los que ha crecido exponencialmente.

J. Lázaro: Estoy de acuerdo con lo expuesto por LG sobre la sobredimensión del tamaño de la administración pública. La multiplicación de las diferentes funciones en las autonomías, la enorme cantidad de cargos de representación y de cargos políticos, sin ninguna utilidad, y al mismo tiempo unas estructuras que se han ido esclerotizando. El problema es que la reforma la tendrían que hacer los mismos grupos políticos a los que beneficia: hay una estructura muy rígida en la que los partidos políticos se han convertido en inmensas agencias de colocación de sus propios militantes, que suelen ser los que han fracasado en otras profesiones y han acabado en la estructura que controla a todas las demás, generándose un mecanismo de “selección negativa”. La clase política se ha convertido para muchos en el desecho social que ha conseguido tomar el poder y manejar de los recursos de los demás, ser las “élites extractivas”, aquéllas que antes estaban representadas por la nobleza, es decir, el grupo minoritario que siendo el que menos trabaja, controla el trabajo de todos los demás y lo monopoliza a su favor y a su exclusivo privilegio. Esta mentalidad se ha generalizado a toda la población. Mentalidad muy explosiva pero basada en cuestiones muy concretas. Todas esas reformas que hay que hacer precisamente las tendrían que hacer aquellos a los que perjudicaría. Ahora no hay quien haga esa presión sobre este grupo. Reitero y estoy de acuerdo con José Luis en que el asunto del Estado de Bienestar es un tema político.

"La solución pasaría por atacar el tabú social creado por el propio sistema, por el miedo a las consecuencias políticas”(JL)

L. Gonzalo: A parte de ser un problema político, es un problema del Estado, y  el remedio pasa por una regeneración democrática que garantice la representatividad del sistema, a través de la modificación de la ley electoral. Respecto al tema de la conciencia fiscal, opino que también es importante que los ciudadanos sepan que su dinero se está utilizando correctamente.

Jorge ÚbedaJ. L. González Quirós : Efectivamente, la democracia consiste en saber qué se hace con tu dinero .

L. González Feria:  La solución pasaría por  atacar el tabú social creado por el propio sistema, por el miedo a las consecuencias políticas.

R. Mira: ¿Qué pasa si no se hace nada?

J. L. González Quirós: Es imposible esa opción, pues siempre hay alguien que está haciendo algo. La cuestión es qué se puede hacer políticamente, que es el único terreno donde se puede discutir de los intereses comunes, aunque aquí no se haga. Lo segundo que este país necesita es tener conciencia fiscal, de que el dinero público te lo quitan a ti, de lo que produce el individuo con su trabajo y su esfuerzo. Mientras no tenga eso claro, seguirá viendo que los bienes públicos son un regalo y, por tanto, seguirá siendo partícipe y partidario de cualquier gasto público. La gran paradoja no es que antes los parlamentos controlaran el gasto público y ahora no lo controlen, es que ahora son los parlamentos los que lo promueven. Son los gobiernos los que tienen que introducir cierta disciplina. Es inconcebible que en un parlamento del XVI, XVII,XVIII…XIX hubiese una posición en la cual el parlamento quisiera aumentar el gasto público y el gobierno tratara de contenerlo: eso es lo que pasa en todos los parlamentos, porque se ha desatado una dinámica de que lo que conviene es gastar más, porque es lo que más rinde a corto plazo. Eso sólo se corrige cambiando la percepción de cuál es la función del gasto público. La manera de hacerlo es complicada, pero hay que hacerla, es una REVOLUCIÓN de las ideas políticas. 

E. Baca: El problema del Estado de Bienestar no está en este, si no es el propio Estado. Más que un problema de recursos es un problema de cómo se gestionan estos. Es primordial atacar el tabú social creado por el mismo sistema por miedo a las consecuencias políticas. Es necesario generar una conciencia fiscal, ser conscientes de que el dinero publico sale de nuestros impuestos y tenemos derecho a saber que se hace con él. El primer paso es abrir un debate público desde el seno de la sociedad civil.

  El debate continúa on line...

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×