Durante el embarazo es posible que, a causa de los cambios físicos y hormonales que se producen en el cuerpo de la futura mamá, ésta se encuentre menos ágil y más cansada para realizar algunas tareas que, tradicionalmente, hacía ella. Las tareas domésticas pueden resultar un trabajo duro para una mujer embarazada, puesto que los propios cambios físicos hacen que ésta se sienta más cansada. Además, es conveniente que la futura mamá descanse todo lo posible durante los meses que dura el embarazo.
Compartir las tareas domésticas, o asumirlas por completo puede ser una decisión complicada de tomar por parte de la pareja. Entender el proceso que está siguiendo la futura mamá y ponernos en su lugar nos ayudarán a tomarla.
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No ser capaces de ponernos en el lugar de la futura mamá, no entender cuáles son sus necesidades.
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Llegar a un acuerdo con nuestra pareja sobre la distribución o no de las tareas domésticas otorgará un punto de tranquilidad en la relación.
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Tener en cuenta las necesidades específicas de cada una de las etapas del embarazo. Intentar ponernos en el lugar de la futura mamá.
Lynn Huggins Cooper 